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436 SATURNINO ARA un ejemplo para nuestros compatriotas, porque su vida depende de nosotros y el santuario, el templo de Dios y el altar tienen puesta su confianza en nosotros. Por todo esto demos gracias al Señor nuestro Dios, que nos pone a prueba como también puso a prueba a nuestros antepasados... 2.2. Los CAMBIOS SOCIALES Escribe Chércoles: «Entre todos los animales somos el ser más inmaduro cuan­ do nacemos. Somos puro reto de maduración desde el primer momento. Podemos decir que somos el ser más desvalido, que más tenemos que evolucionar para llegar a la estructuración del yo, y una vez estructurado para alcanzar eso que llamamos madu­ ración —que nadie sabe definirla, pero todos constamos y sufri­ mos cuando no se da— . Esa maduración es un reto para toda la vida, y no está asegurado, ni lo puede asegurar ninguna estruc­ tura social por perfecta que sea» (M. A. Chércoles, «Desafíos que la globalización presenta a la Vida Religiosa», en CONFER 4 0 [2001] 431). El mismo autor, líneas antes, habla del individualismo-sociabili­ dad, del narcisismo-gratuidad, del hedonismo-donación y de una serie más de desafíos que la globalización presenta a la vida consa­ grada, como el neoliberalismo ético, la aproximación antropológica a la constatación sociológica, la maduración humana, etc. Gustaría saber y poder presentar en pocas líneas aquellos más destacados cambios sociales o visión que el hombre actual tiene, siente y padece y que afectan a una serie de valores, algunos de ellos permanentes, otros mudables sin decir que sean simplemente cambiantes y cuya apropiación y vivencia pueden estar no sólo desafiando sino afectando muy directamente a la realización de la vida o carisma franciscano capuchino. Podría señalar como primer y más destacable cambio social, al que ya no hemos referido, al enumerar los cambios religiosos, el de los derechos humanos o del hombre y sus respectivas declaracio­ nes, que pueden estar creando una sicología de hombres y mujeres

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