PS_NyG_2003v050n003p0415_0470

432 SATURNINO ARA tiendo las grandes escuelas de espiritualidad, el misterio de la pater­ nidad de Dios y el de la gratuidad de sus dones. Consiste esta ver­ dad en hacer presente la Bondad de Dios y gratuidad de su gracia y sus dones, verdades cultivadas por la tradición monástica occi­ dental y oriental y hoy presentadas como convicción vivida perso­ nalmente en diálogo con las grandes religiones monoteístas y no monoteístas y con algunos de los movimientos religiosos de la nueva era. Gran cambio religioso de nuestro tiempo o época es el de la posición o actitud ecuménica, decidida y tomada por las diversas iglesias cristianas que se encuentran con un catolicismo promotor e impulsor del movimiento ecuménico, aunque siempre cauteloso, y el de la también posición o actitud de diálogo interreligioso abierto y entablado con las grandes religiones monoteístas, judaismo e isla­ mismo, y con las orientales buscadoras de la Trascendencia, las asiá­ ticas, incluso politeístas americanas y africanas tracionales, mas no tanto con los movimientos que podríamos incluir bajo el denomina­ tivo de New Age. Todo esto, dicho en otros términos: valoración de los diversos credos religiosos, de sus seguidores o creyentes, con las consiguien­ tes implicaciones en la tarea evangelizadora, decidida y comprome­ tidamente nueva, a desarrollar en este clima de ecumenismo, de diá­ logo interreligioso y de estima de las diversas creencias, conscientes de la existencia de una distinta realidad, fuertemente negativa por el hecho del ateísmo, del agnosticismo, de la indiferencia y de la pérdida del concepto de la ética y de la ley natural, y delicadamen­ te positiva ante el retorno a lo religioso y a la demanda de lo espiri­ tual, mística vertical y horizontal y también vida ascética o simple deseo de dominio personal. Escribe Jesús María Lecea, SCH.P., presidente de la CONFER y de la UCESM: «En medio de una profusión y mezcla de tendencias y expre­ siones, nuestra cultura es testigo de un crecimiento de la búsque­ da de lo religioso. Normalmente no viene canalizado a través de las Iglesias, o de las grandes tradiciones religiosas, sino que deri­ va a lo esotérico y al ocultismo, se mezcla con fanatismos e inte­ reses de todo tipo como en el caso de las sectas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz