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LAS CONSTITUCIONES DE LOS HERMANOS MENORES CAPUCHINOS... 425 No cabe la menor duda que, para la mayoría de nuestras gen tes, el fenómeno de la globalización tiene repercusiones financieras, económicas, sociales, políticas y ecológicas. Esta mayoría no piensa apenas en las repercusiones que la globalización puede tener en el campo de la cultura, modo de ser y de vivir, y menos en el religio so. Parece se dan por supuestas las repercusiones y fuertes inciden cias de la globalización, una vez lograda, sobre todo, en el campo financiero y económico-empresarial, también en el campo ecológico y en el cultural, desde luego en su acepción de ciencia o sabiduría e incluso en el modo humano de vivir, pensar, sentir, organizar, celebrar y compartir la vida, ¿también la religiosa? «Con la palabra cultura, nos dice la Constitución sobre la Igle sia en el mundo actual o Gaudium et spes, n. 53, se indica en sen tido general, todo aquello con lo que el hombre afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales; procura someter el mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo; hace más humana la vida social, tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres e insti tuciones; finalmente, a través del tiempo expresa, comunica y con serva en sus obras grandes experiencias espirituales y aspiracio nes para que sirvan de provecho a muchos, e incluso a todo el género humano. De ahí se sigue que la cultura humana presenta necesaria mente un aspecto histórico y social y que la palabra cultura asume con frecuencia un sentido sociológico y etnológico. En este sentido se habla de pluralidad de culturas. Estilos de vida común diversos y escalas de valores diferentes encuentran su origen en la distinta manera de servirse de las cosas, de trabajar, de expre sarse, de practicar la religión, de comportarse, de establecer leyes e instituciones jurídicas, de desarrollar las ciencias, las artes y de cultivar la belleza. Así, las costumbres recibidas forman el patri monio propio de cada comunidad humana. Así también es como se constituye en un medio histórico determinado, en el cual se inserta el hombre de cada nación o tiempo y del que recibe los valores para promover la civilización humana». La vida de los Hermanos Menores Capuchinos y la programa ción de la misma contenida en los textos legislativos, en particular, en las Constituciones, se desarrolla en ese medio histórico que defi-
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