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342 ANTONIO LLAMAS VELA a) Cristo se ha mencionado antes bajo la figura del Cordero (Ap 6, 1). Del mismo modo, Cristo no puede aparecer nunca obe­ deciendo la orden de una criatura (uno de los cuatro vivientes). Los restantes jinetes son seguidos sin excepción de desgracias, también este primer jinete debe entenderse por su relación con los tres res­ tantes y por tanto es un portador de desventuras, en concreto el arco es el símbolo y la figura de la guerra. Cristo nunca aparece de este modo, Jesucristo surge en el libro del Apocalipsis al fin de las catástrofes en la conclusión de los tiempos30. b) Es cierto que el «arco» evoca un motivo frecuente en la Anti­ gua Alianza, donde arco y flechas de Dios significan sus juicios y castigos (Dt 32, 41-42; Hab 3, 8-9; Lam 2, 4) 31. Pero a pesar de que los autores y comentaristas de este pasaje quieren identificar a este jinete con Cristo, vencedor del combate contra los poderes del mundo, tal y como el autor de la obra manifiesta al final del segun­ do bloque temático (Ap 19, 11), sin embargo, la imagen del Jinete vencedor que es Cristo no tiene «arco» y tampoco lleva «corona», sino una «diadema». La diadema de Cristo significa el signo de la identi­ dad rea l32. Es un título que san Juan otorga a Cristo, en virtud de su realeza, como «Rey de Reyes y Señor de Señores» (Ap 19, 16). La «corona» del primer jinete (Ap 6, 2) es una simple guirnalda de vic­ toria y sirve para designar la victoria de ese jinete por la fuerza33. c) El primer jinete no juzga como el Jinete vencedor (Cristo), sino que posee los instrumentos propios del guerrero, el arco y la corona de vencedor. Nosotros creemos que es una contraposición del Jinete victorioso (Cristo) que «juzga y lucha»M. El juicio del Jine- estructura del Apocalipsis de Juan. Una aproximación a la luz de la composición del 4.° de Esdras y del 2.° de Baruc», en EstBíb \ 3 (1985) 139; F. C ontreras M olina , E l Señor de la Vida, Salamanca 1991, 276. 30 E. L ohse , L ’Apocalisse d i Giovanni, Brescia 1974, 85. 31 P. P rigent , LApocalypse de SaintJean, P aris 1981, 109. 32 A. L lamas V ela , Títulos y atribu tos divinos que se aplican a Cristo en e l Apocalipsis, Madrid 1994, 204-205. 33 H. K r a f t, aTé<f>avoc, en: H. B a lz - G. S ch n eid er, D iccionario exegético d el Nuevo Testamento, vol. II, 1498, 2032-2033. 34 Algunos autores creen que este primer jinete es una imagen del Anticristo, «bajo cuya dirección victoriosa se hallan las confusiones y extravíos que preceden al fin». Cf. E. S chick , E l Apocalipsis, Herder, Barcelona 1979, 91. Sin embargo, nosotros

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