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326 RAFAEL CASTILLO VELANDLA Entre las actividades fundamentales para la subsistencia del barí se encontraban la caza y la pesca. Por su espíritu de aventura las convertía en un verdadero entretenimiento. Aunque la caza pro­ piamente dicha era una función específica del varón, el lugar y la fecha se concretaban después de larga conversación comunitaria. Siempre organizada por un encargado comunal llamado Duruschái- saibái. La cacería se realizaba, por lo general, durante el día a excepción de cuando se tratara de un animal de hábitos nocturnos. Entre los animales cazados por los barí figura una lista muy similar a la elaborada en 1772 por Sebastián José Guillén: cerdo de monte, araguato, marimonda, mono, oso salvaje, danta, picure, lapa, gua­ camayo, etc. 54. El tipo de flecha utilizada dependía si la presa era bestia o ave, y además del tamaño que poseía55. El reparto de las piezas cazadas se hacía equitativamente entre el número de personas participantes. Mas si alguno por enfermedad o cualquier otro impedimento no podía asistir, también participaba de la distribución56. Otra modalidad dé cacería, pero de carácter ocasional, era la de los guácharos 51, aves de hábitos nocturnos que viven en cuevas, vuelan en la oscuridad orientándose por el oído y se alimentan de semillas. En la caza participaba toda la comunidad. Previa inspec­ ción por conocedores del terreno, el grupo se organizaba ponién­ dose en marcha hasta las cercanías de la caverna donde habitaban dichos pájaros. También en este caso, se hacía una división del tra­ bajo por roles: los hombres tapaban durante el día la entrada de la cueva con ramas, para que los guácharos no pudieran escapar y sintieran hambre. Entrada la noche, abrían un agujero para que pudieran salir las aves. Colocándose en dos filas, los barí comenza- 54 «Las carnes de que estos indios usan para la conservación son las del cerdo montés, araguato, marimonda, mono, oso salvaje, danta, picure, guardatinaja y todas las aves, a excepción del zamuro y otras que tienen mal olor...»: S. J. G uillén , Dia­ rio, en A . de A lcácer , o . c ., 277. 55 Acerca de los distintos instrumentos de caza, pesca y lucha, cf. D. C astillo , ó. c., 141-143. 56 Cf. D. C astillo , o . c ., 127. 57 Pájaro de América del Sur, de color castaño rojizo, con manchas blancas orladas de negro, ojos grandes y pico fuerte, largo y ganchudo. Tiene unos 55 cm de longitud y algo más de un metro de envergadura.