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EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ. 325 venían sus recursos era la tierra y sus ríos. El territorio donde vivían era una propiedad del grupo, de ahí que todos sus beneficios sean considerados como bienes comunes. Sólo se podría hablar de pro­ piedad privada en un sentido amplio, cuando se hace referencia a lo perteneciente a cada familia: el sitio que ocupaba dentro del bohío tanto el destinado para dormir como donde preparaban los alimentos y los utensilios y herramientas que utilizaban (telar, chin­ chorros, esterillas, vasijas, canastos, flechas, arcos, etc.). También se podría considerar como un bien de cada familia la comida que reco­ lectaba para su propio consumo 49. La dependencia del medio ambiente se manifestaba en las acti­ vidades que realizaban según las diferentes estaciones del año. En el tiempo de lluvia, la vida del barí era más sedentaria. Trabajaban dentro del bohío, ya sea fabricando el material para la caza y la pesca (los hombres) o tejiendo utensilios y vestidos (las mujeres). Además se dedicaban al cultivo y cuidado de sus conucos. En cam­ bio, durante los meses de sequía la referencia de lugar era más bien la selva. Se observaba con más frecuencia a los barí llevando a cabo actividades relacionadas con la caza y la pesca50. Alrededor del bohío estaban ubicados los conucos. Su tala la realizaba toda la comunidad. Aunque nunca supieron manipular el metal, pronto se dieron cuenta de su mejor utilidad, en comparación con los instrumentos de madera o piedra51. Según su concepción de propiedad cada familia barí podía solamente consumir los productos que ella misma había previamente sembrado. Entre los alimentos que solían cultivar estaban los siguientes: plátano, ají picante, guayaba, piña, ocumo, ñame, batata, caña dulce, y posteriormente maíz52. La división laboral por roles dependiendo del sexo también se seguía en la agricultura. A los varones les correspondía la tala y siembra, mientras que las mujeres se encargaban de la limpieza del conuco, recolección y cocción de los alimentos53. 49 Cf. D. C a s tillo , o . c ., 121-124. 50 Cf. ibid., 125-126. 51 C f. S. J. G u illén , Diario , en A. de A lc a c e r, o. c ., 267. 52 Para completar la lista de alimentos de la agricultura barí, cf. S. J. G u illén , Diario, en A . de A lc a c e r, o. c .} 267-268.276. 53 Cf. D. C a s tillo , o. c ., 133-137.

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