PS_NyG_2003v050n002p0299_0328

EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ. 323 encontraba el del novio, constituía la iniciación de la vida familiar. Existe un predominio de la práctica de las relaciones monogámicas. Los casos de poligamia se daban bajo dos circunstancias. En primer lugar, cuando la mujer era estéril, sin llegar a repudiarla, el marido buscaba una segunda esposa para que desempañara la función pro­ creadora. El otro caso, se producía como consecuencia de la muerte de un hombre que estuviera casado, a su hermano le correspondía recoger a la viuda y vivir con ella. En ambas situaciones, las dos mujeres eran tratadas con el mismo grado de estimación. El carácter eminentemente funcional de la familia barí propiciaba, como algo normal, la armonía entre ambas mujeres para la organización de las tareas de casa42. Teniendo en cuenta la necesidad de proveer de comida al numeroso hogar, se presuponía tener las aptitudes de un buen tra­ bajador. Además, dada la fundamental cohesión y estabilidad de la familia barí necesaria para la convivencia social, se consideraba tam­ bién de muy alta estima la capacidad de llevar unas relaciones pací­ ficas, altruistas y equilibradas dentro del matrimonio. Por lo antes dicho, desde sus criterios axiológicos socio-culturales, los barí esti­ maban de gran prestigio moral a los hombres que tuviesen más de una mujer 43. En el momento que una mujer presumía que estaba embaraza­ da, se lo comunicaba a su madre. Desde este instante, tanto la ali­ mentación como la actividad de la futura madre estaban reguladas por una serie de prohibiciones, que debía seguir rigurosamente por el bien de su futuro hijo. La fundamentación de las minuciosas cos­ tumbres estaba en los orígenes ancestrales 44, que desde la expe­ riencia y sabiduría respondían a situaciones incontroladas45. Todo lo referente al parto era obligación únicamente de las muje­ res. Cuando llegaba el momento del alumbramiento, se dirigían la 42 Cf. D. C a s tillo , o. c ., 92-94. 43 Cf. A . de A lc á c e r, o. c ., 276. 44 C f. C . H. L o n g , Cosmogony, en M. E liade (ed.), The Enciclopedia of Reli­ gion, IV, New York-London 1987, 94-100. 45 Para mayor información acerca de las variadas prohibiciones a las cuales tenían que someterse los barí, ya sean las mujeres, durante su embarazo, o los hom­ bres en cualquier situación, cf. D. C a s tillo , o . c ., 97-98,150-152.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz