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EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ. 317 La estructura social interna del pueblo barí se encontraba gober­ nada por una autoridad, el Ñatubái. Su autoridad estaba asentada sobre las capacidades para dirigir al grupo, según sus aptitudes para coordinar y animar el desempeño de las actividades de los diferentes integrantes del bohío. El candidato era nombrado por los varones adultos. Entre los requisitos que el futuro jefe debía reunir, se encon­ traban los siguientes: «ser varón, llevar el tarikbá —guayuco26—, estar casado, gozar de cierta prestancia ante el grupo... [y ser] varón pru­ dente, sensato y fuerte»27. El Ñatubái —jefe— era el encargado de dirigir la construcción del bohío, organizaba las diversas actividades cediendo algunas de sus funciones a otros miembros varones, y a la vez supervisaba todos los trabajos de la comunidad. Entre los cuales se hallaban desde la limpieza de los caminos hasta el cultivo y recolección de los alimentos. A lo largo del proceso de construcción se evidencia­ ba por doquier un fuerte sentido comunitario participativo propio de la sociedad barí. «En toda esta concepción aparece un excelente sentido de unidad y de responsabilidad compartida, si bien dirigi­ dos por el principal responsable de la comunidad, expresada en for­ mas culturales de corte arquitectónico»28. Su tiempo de elaboración comprendía desde el mes y medio hasta los dos meses, dependiendo de las dimensiones del bohío, subordinado según el número de familias pertenecientes a la comunidad. Esta inmensa casa comunal era propiamente el sitio donde los barí realizaban las comidas y tenían sus dormitorios; todo ello ordenado rigurosamente según la asignación dada por el Ñatubái29. 26 Taparrabo usado por los indígenas americanos (voz cumanagota). TI D. C a stillo , o . c., 83 . 28 Ibid., 67. 29 Sobre el tema del bohío, cf. A. de A lcácer , Los barí. Cultura del pueblo motilón, 50-51.

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