PS_NyG_2003v050n002p0233_0298

SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL FRANCISCANISIMO EN LA MÚSICA 291 Como el texto representa el punto de vertebración de toda la obra, la idea que tiene el compositor sobre el mismo es fundamen­ tal para comprender lo que la música quiere expresar. A este res­ pecto ha escrito Antón García Abril: «El Cántico delle Creature es canto del alma cristiana, ver­ dadero canto cristiano compuesto en loor del Creador. Es la expresión de la alegría del alma que ve a Dios en todas las par­ tes y su imagen en cada una de las criaturas. Es una síntesis de amor al Universo y por el Universo a Dios. Este canto de alaban­ za al Altísimo me sobrecoge de una manera especial porque en él se dan gracias con sencillez por las cosas más elementales de la naturaleza, pero al mismo tiempo, más grandiosas: el sol, el viento, las nubes, la luna y las estrellas, el agua, el fuego, la tie­ rra, las flores. Dice San Francisco: ‘Loado seas mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta ’. No pueden decirse cosas más bellas con tanta sencillez y esjusta­ mente en esta sencillez y humildad donde encuentro toda la grandeza del texto, una poderosa grandeza que me ha llevado a la necesidad de valerme, para la realización de mi obra, de un instrumento, que solo él, musicalmente, puede reflejar esta mag­ nitud: el coro. El cuarteto solista contrasta con el coro y me ha servido para aumentar las posibilidaades técnicas y sobre todo para seguir las flexiones emotivas del Cántico *31. El gran formato de la partitura alude a la dimensión del pro­ yecto y al interés del entonces joven compositor por mostrar su habilidad con un gran aparato orquestal que se amplía en las made­ ras con corno inglés, clarinete bajo y contrafagot, fuerte presencia de los metales, arpa, piano y un amplio arsenal de instrumentos de percusión que incluye campanas y xilófono, amén de otros instru- mentosa menudos muy variados. El diseño formal de la obra sigue la estructuración textual del Cántico con una gran introducción orquestal al comienzo que com­ prende 71 compases (gran fresco sonoro sobre el que se despliegan pequeños diseños melódicos) y un gran interludio hacia la mitad de 31 Notas al programa del concierto, citado en: Fernando J. C abañas A lam án , Antón García Abril: Sonidos en libertad, o. c., p. 66.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz