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SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL FRANCISCANISIMO EN LA MÚSICA 281 Otro compositor que se ha acercado al mundo poético y místi­ co de san Francisco es Joaquín Rodrigo y lo ha hecho en dos oca­ siones. La primera en 1935, cuando compone el Tríptic de Mossén Cinto, basado en los textos del «Tríptico franciscano» del poeta cata­ lán Mossén Jacinto Verdaguer (1845-1902), para voz y orquesta. Son tres poemas en catalán que llevan por título: L’harpa sagrada, Lo violí de Sant Francesc y Sant Francesc i La Cigala. Las dos últimas intentan reflejar otras tantas leyendas franciscanas, como la del vio­ lín que se construye san Francisco con unos palos para tocar músi­ ca ante el pesebre de Greccio, o la del canto alegre de la cigarra que se cuela en el convento franciscano para alegrar la vida a Fran­ cisco. El violín de San Francisco es, sin duda, la obrita más bella del ciclo. Se trata de una alegre danza pastoril en 3/8 (Allegro viva- ce) de gran lirismo y ligereza en la que el violín solista remeda el gesto poético de san Francisco: 1. «De Greccio en lo pesebre davant l’Infant diví Ronca la cornamusa, Sona lo tamborí La flauta hi espigueja, La flauta i loflautí... 2. La pastorel ’ la dolga Francesc la vol seguir. No téferrets ni gralla, Gralla ni bandolí. Culi dos bastons que troba Llengats vora el camí Se’n posa un a l’espatlla A tall de violí\ assant Valtre per sobre com un arquet d'or fi. 3. Lo violí és de freixe, L’arquet d'un brot depi , Mes en ses mans sagrades Gran música en sortí. ¿No n ’ha d ’eixir de música, Si els toca un Serafí?».

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