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SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL FRANCISCANISMO EN LA MÚSICA 279 ficado, en la parte vocal: giro de segunda con salto de séptima mayor descendente y ascenso de segunda y tercera (ver cc. 144-146; 162-163; 184-185; 189-190; 229-230; 239-240; 249; 262-263; 274). En el compás 227 aparece exactamente la misma música con la que Soler terminó la Sinfonía San Francisco d e Asís de 1961, únicamen­ te que aquí se ha intercalado la voz. Se cierra así una especie de iti- nerarium mentís que abarca cuarenta años, en los cuales Josep Soler (que tiene más afinidad con el «poeta dolorosus» de cuño romántico que con el formalista experimental del siglo xx) ha vivido intensa­ mente las cuestiones más trascendentales reflejadas en personajes como Jesucristo o san Francisco. Toda la segunda parte de la obra muestra una sutil textura con- trapuntística centrada sobre todo en la cuerda (en el compás 193 y siguientes, por ejemplo, los violines I aparecen acompañados de un doble contrapunto de los instrumentos inferiores emparejados entre sí: violines II + violas y chelos + contrabajos). La polifonía se con­ vierte así, una vez más, en una constante estilística fundamental para Soler, que hunde sus raíces en la estética expresionista alemana, para quien el uso de los procedimientos contrapuntísticos es una constante fundamental. En resumen, podemos decir que la obra muestra una gran fuer­ za poética, que descansa en un estilo atonal sin concesiones (aunque también sin experimentalismos vanguardistas) característico de Soler y en el que el valor semántico del texto está protegido e integrado en la lógica del lenguaje orquestal, muy bien estructurado y perfilado de acuerdo con esa continuidad melódica expresionista y desgarrada del discurso musical soleriano.

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