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278 JOSÉ M. GARCÍA LABORDA Toda la parte del agitato está basada en una única serie dode- cafónica, libremente tratada (es decir sin las tres variantes caracterís­ ticas de la retrogradación, inversión y retrogradación de la inver­ sión) pero siempre presente y repetida en las distintas secciones: DO, FA#, RE, SI / FA, DO#, MI, Slb, SOL / LAb, LA, Mlb Esta serie se presenta primero en los metales y manifiesta cierta simetría: cuatro sonidos descendentes con un tritono al comienzo (trompas), cinco sonidos en acorde con un tritono en el medio (trom­ pas y trompeta), tres sonidos ascendentes con tritono al final (trom­ bones). Merece la pena destacar que la partitura comienza con el soni­ do do y termina con el acorde de d o mayor, y además el d o centra el acorde central de la serie en el c. 2. Inmediatamente comienza en el c. 3 una primera variación de la misma serie en la que participa ya toda la orquesta: los primeros cinco sonidos aparecen en los metales y los restantes en las cuerdas y las maderas. En el c. 10 se calma el agitato inicial en un adagio que presen­ ta una expresiva cantilena del chelo sobre la misma serie, sostenida por un pedal del contrabajo. De vuelta al primer Tempo agitato, aparece en el c. 34 un delicado tapiz sonoro oscilante (arpa, piano, celesta, flauta, trompeta y flexatón) sobre los sonidos 4 y 5 de la serie (el tritono si - fa ) , mientras los demás instrumentos aportan los sonidos restantes.Toda esta parte culmina en el fortísimo de toda la orquesta en el compás 59. La utilización que hace Soler de la serie recuerda más a Schónberg que a Webern, es decir, utiliza un dode- cafonismo de carácter temático con vertebración motívica y fraseo­ lógica y no abstracto, como es el caso de Antón Webern, para quien los sonidos se han sometido a un proceso de suma fragmentación y descontextualización En Soler la serie mantiene siempre un fuerte melodismo temático. A partir del c. 59 comienza con el Largo un proceso de disten­ sión dominado por las cuerdas en el que la estructura se libera del dominio de la serie pero con una interválica muy variada que sigue rozando casi siempre el total cromático. En el c. 143 las cuerdas pre­ paran el arranque de los versos en la voz soprano con un perfil interválico que aparecerá con mucha frecuencia, más o menos modi-

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