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SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL FRANCISCANISIMO EN LA MÚSICA 235 entonar cánticos con sus frailes. El famoso escrito anónimo Specu- lum perfection is (Espejo de perfección) nos relata ingenuamente la espontaneidad musical de san Francisco: «La dulce melodía espiritual que bullía en su interior, la expresaba frecuentemente en francés , y el soplo del susurro divi­ no que furtivamente percibía en su oido, estallaba en júbilo manifestado en la misma lengua. A veces , cogía del suelo un palo; lo apoyaba en el brazo izquierdo y, tomando otro palo en su mano derecha, lo rasgueaba, a modo de arco cual si de viola u otro instrumento se tratara, mientras acompañando con gestos acompasados, cantaba en francés al Señor Jesucristo- 4. Lo de cantar en francés le venía a Francisco de su madre Pica, que era francesa, de la que procede también el nombre de Frances­ co, que le dio su padre Pietro Bernardone al nacer. Este sentido de alabanza espontánea le inspiraba continuamen­ te cantos y le impulsaba a la música. Por eso se llamaba a sí mismo el juglar de Dios, y como nos cuenta su biógrafo Tomas de Celano: «Se mantenía firme y alegre y en su corazón cantaba para sí y para Dios cantos de júbilo »5. Al final de su vida nos cuenta también Celano que «murió c a n ­ tando», aludiendo a la composición de su Cántico d e las Criaturas. La musicalidad de san Francisco provenía de su entusiasmo a lo divino y de su temperamento latino que le impulsaba a cantar y a encontrar en la música un medio apropiado para expresar sus senti­ mientos. Con sus frailes partido en los cantos litúrgicos de la Iglesia y del Oficio Divino de las Horas, cuyos cantos principales proceden de los múltiples himnos y salmos de la Biblia. El mismo Francisco compuso numerosas alabanzas y salmos para ser intercalados en los 4 Espejo de Perfección, cap. VII, 93, en: San Francisco de Asís. Escritos, Bio­ grafías, Documentos de la época, o. c., p. 767. El Speculum perfectionis es un escri­ to anónimo del siglo xiv, aunque algunos autores lo atribuyen a fray León, uno de los primeros amigos y seguidores de san Francisco. 5 Tomás de C e la n o , Vida primera, Segunda parte, cap. II, 93, en: San Francis­ co de Asís. Escritos, Biografías, Documentos de la época, o. c., p. 198.

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