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244 JOSÉ M. GARCÍA LABORDA Con motivo de la reconciliación del obispo de Asís y del podes­ tà, Francisco manda a dos de sus frailes: «Id y, en presencia del Obispo, del podestà y de toda la con­ currencia, cantad el Cántico del hermano Sol. Tengo confianza en que el Señor humillará sus corazones y, restablecida la paz, volverán a su anterior amistad y afecto». Cuando toda la gente se reúne en la plaza los dos frailes dicen: «El bienaventurado Francisco ha compuesto en su enferme­ dad las alabanzas del Señor por las criaturas para gloria de Dios y edificación del prójimo.El os pide que las escuchéis con gran devoción». Y empezaron a cantarlas»11. La referencia más explícita a la música del Cántico procede del escrito Espejo de Perfección, en el que se relatan detalladamente las circunstancias de su muerte y la música del texto: «Dos años antes de su muerte, estando en San Damián en una celdilla formada de esteras y padeciendo indeciblemente por la enfermedad de los ojos... sucedió... que una plaga de ratones invadió la celda...». Después de relatar cómo el Señor se le aparece y le conforta después de una noche de terribles padecimientos, Francisco se levanta por la mañana y quiere alabar al Señor. «... Por eso, para alabanza de Dios, para nuestro consuelo y para edificación del prójimo, quiero componer una nueva alaban­ za de las creaturas del Señor, de las cuales nos servimos todos los días, sin las cuales no podemos vivir... Y sentándose se puso a meditar un rato. Y luego dijo: ! Altísimo, omnipotente, buen Senor\ etc.; aplicó una música a esta letra y enseñó a sus compañeros a recitarla y cantarla» u. 11 Leyenda de Perusa, 84, en: San Francisco de Asís. Escritos, Biografías, Documentos de la época, o. c., p. 659. 12 Espejo de Perfección, 100, en: San Francisco de Asís. Escritos, Biografías, Documentos de la época, o. c., pp. 772-773. Ya hemos visto cómo la Leyenda de

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