PS_NyG_2003v050n002p0233_0298

SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL FRANCISCANISMO EN LA MÚSICA 243 E stru ctu ra musical No se ha conservado música alguna para el Cántico, pero todo hace sospechar, y así lo confirman los Escritos sobre San Francisco, que este bello texto tenía melodía para ser cantado o ser acompa­ ñado con música por algún instrumento. Según todos los indicios que se conservan san Francisco dictó la letra y la música del Cánti­ co, aunque ésta última no se anotó luego. Las razones que se adu­ cen para la estructura musical del Cántico son las siguientes: 1. La misma palabra Cántico alude a una composición musical. 2. Su configuración como lau d e sp irituali nos hacen sospe­ char que fue cantado por los frailes y por las gentes sencillas de la época, como sigue siendo cantado actualmente con diversas melo­ días sencillas, como la que aparece más arriba. 3. El espacio libre que queda al final del primer verso para la melodía es un buen indicio de la musicalización del texto. 4. Las alusiones musicales al texto en sus Escritos confirman la musicalización del mismo. Ya hemos visto anteriormente, al citar el relato de la Leyenda d e Perusa, cómo san Francisco se hace acom­ pañar de una cítara para recitar las Alabanzas del Cántico. En la mayoría de los escritos se habla de que el texto se «canta» o de que se «entona», y de que es « compuesto». Así, en la Leyenda de Perusa cuando se habla de los últimos días del santo se dice: «Entonces, el bienaventurado Francisco, aunque se encon­ traba consumido po r las enfermedades, alabó al Señor con ardiente fervor de espíritu y gozo interior y exterior, y dijo: ‘Pues si pronto voy a morir, llamad al hermano Angel y al hermano León para que me canten a la hermana muerte Acudieron en seguida estos hermanos y, derramando abun­ dantes lágrimas, entonaron el cántico del hermano sol y de las otras criaturas del Señor, que el Santo había compuesto durante su enfermedad para Gloria de Dios »10. 10 Leyenda de Perusa, 7, en: San Francisco de Asís. Escritos, Biografías, Docu­ mentos de la época, o. c., p. 602.