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206 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ de una serie de problemas que ahora están devastando su cultura, por desgracia esto tampoco ha preocupado a los antropólogos que han visto cómo se facilitaba también su trabajo de campo. Una de las fuentes de conflictos más violentos ha sido la dis­ puta por la tierra. Sólo la precisión en los límites de la tierra y su posesión jurídica garantizará una convivencia pacífica. Por otra parte, la cultura barí, como cualquier cultura indígena, está total­ mente vinculada a su tierra, a su medio ambiente natural que de ningún modo puede ser negociable o intercambiable. La intromisión de los no indígenas en las comunidades barí ha generado situaciones, que si bien se pueden ajustar al ordena­ miento jurídico vigente, perjudican gravemente a las comunidades indígenas. Es la realidad de aquellas personas que se instalan en las comunidades indígenas e introducen costumbres extrañas al grupo como relaciones sexuales con mujeres indígenas, comercio de baratijas, introducción descontrolada de alcohol, etc. Estas intro­ misiones llevan en el interior de la comunidad a que se pierdan las referencias éticas fundamentales: la figura del jefe pasa a un segundo lugar, los trabajos comunitarios que sostienen toda su estructura social se debilitan y empobrecen, creándose serias dife­ rencias en la comunidad entre aquellos que tienen un sueldo o responsabilidad oficial por la que cobran todos los meses y la de aquellos que no tienen más que lo que reciben de su comunidad. Si este tipo de conflictos llegara de manera progresiva a las comu­ nidades, permitiría ir afrontándolos y buscar el medio más oportu­ no para cada uno de ellos. Por desgracia, el aluvión con que lle­ gan impide a éstas defenderse adecuadamente, y en algunas ocasiones hasta ser conscientes de las irremediables consecuencias que se derivan de las mismas. En las poblaciones circundantes existen recursos humanos y tecnológicos que son necesarios para los indígenas barí, por eso es tan importante que haya contacto y comunicación fluida y normal. Por otra parte, es preciso que los barí puedan asumir noveda­ des tecnológicas sin que se destruya el equilibrio psicológico o imposibilite la vigencia de los valores tradicionales de la etnia barí. En este tipo de cosas se encuentran: vías de penetración, vehículos, medios de comunicación y bienes de consumo.

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