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182 JOAQUÍN ESTEBAN ORTEGA tez, es un proyecto de mediación ineludible. «Vida es anticipación —nos dice Ortega— . Cuando de pronto despierto vitalmente y caigo en la cuenta de que vivo me encuentro ya, desde luego, obligado a realizar en el mundo el personaje que soy por anticipado. Y todo lo que hago, es decir, mi presente, lo hago para realizar ese proyecto que soy. Vivir es proyectarse en el doble sentido de la palabra, a saber, como programa y como proyección de ese programa sobre el mundo. Yo soy ante todo un cierto programa vital»18. Pues bien, de este modo inexcusable de ser proyectiva la vida, se desprende la imposibilidad de ceñir su peculiaridad a una concepción naturalista. Ortega se enfrenta a la percepción sustancialista de la vida y del hombre que coarta la radical obligación de tener que elegir entre las múltiples posibilidades de ser que se encadenan en el tiempo. Y es así como frente a la cosificación se introduce el carácter narrativo de la existencia humana. «El hombre no es cosa ninguna —explica Ortega— , sino un drama —su vida, un puro y universal aconteci­ miento que acontece a cada cual y en que cada cual no es, a su vez, sino acontecimiento»19. «En suma —continúa más adelante— que el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia»20. Tenemos, por tanto, que esta dimensión temporal e histórica de la vida humana, al igual que la ejecutividad de la existencia, hace que nos relacionemos más interesadamente con las cosas, con nues­ tro entorno, con nuestra circunstancia. Ahora urge el prescindir del aséptico desinterés de una teoría del conocimiento que únicamente se centre en la posibilidad y en los límites de ese conocimiento. El conocer para Ortega se muestra desde la nueva perspectiva como el compromiso interesado por lo que me pasa, y lo que nos pasa ori­ ginariamente es que vivimos en la historia. Para comprender este nuevo paradigma Ortega precisará articular, como sabemos, una nueva nivelación de la razón cuya consecuencia será la razón vital e histórica. Antes de continuar hagamos balance de lo que tenemos hasta el momento: Cuando desde la reflexión se nos manifiesta el carácter 18 J. O rtega y G asset , ¿Qué es conocimiento?, o. c., p. 133. 19 OC, VI, p. 32. 20 OC, VI, p. 41.

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