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SALMOS DE VÍSPERAS DE LA I SEMANA 171 Teniendo a Dios en m ed io ...: «No se halla contenido por espacio alguno Aquel para quien el corazón de los piadosos es su asiento. De tal modo reside Dios en el corazón de los hom­ bres, que, si los hombres se apartan de Dios, Dios permanece en sí y no se aleja de allí, como si ya no encontrase dónde estar. Más bien te sostiene para que descanses en él que se apoya en ti de suerte que, si tú te apartas, caiga. Si él se retira, caes tú. Si tú te quitas, él no cae» (II, 112). E l Señor de los Ejércitos está con nosotros...: «Por grande que sea la flaqueza, mira quién te sostiene... ¿Piensas que Dios te sostie­ ne como te sostuvo tu madre siendo niño? Pues no es así; él te sos­ tiene eternamente» (II, 115). Ponefin a la gu eira ...: «Cuando nos toma Dios bajo su ampa­ ro, ¿acaso nos despacha inermes? Nos arma, pero con otra clase de armamento; con las armas evangélicas de la verdad, de la continen­ cia, de la salud, de la fe, de la esperanza, de la caridad. Tendremos estas armas, pero no proviniendo de nosotros. Nuestras armas se abrasaron si es que fuimos inflamados con el fuego del Espíritu Santo, del cual se dice que quema los escudos con fuego. Deseabas ser potente por ti mismo; Dios te hizo débil para hacerte fuerte por él, pues de tu propia cosecha eras flaco fquipotens in te esse cupie- bas, infirmum tefec it Deus, utfortem tefaceret de se, quia infir- mabaris de te]» (II, 119s.). CONCLUSIÓN Los salmos de la oración de vísperas, al final de la jomada, ade­ más de suscitar en la comunidad orante la acción de gracias y la peti­ ción, suelen tener un carácter meditativo, proporcionan algún moti­ vo de reflexión acerca de Dios, de la relación con él, del discurrir de la vida en su presencia; también pautas para el examen de la propia conducta y de la forma de reaccionar ante las pruebas de la existen­ cia. Los salmos de vísperas de la I semana desarrollan los siguientes motivos resumidos en el título de los respectivos salmos y actualiza­ dos cristológicamente en las sentencias que los encabezan: Lunes: El Señor, esperanza del justo (Sal 10): Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados

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