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SALMOS DE VÍSPERAS DE LA I SEMANA 165 Padre de Cristo, pudo resucitar a Cristo, el mismo Cristo, siendo Verbo de Dios igual al Padre, no hubiera podido resucitar su carne. Oíd al Evangelio: ‘Derribaré este templo y en tres días lo levantaré’ [Jn 2, 191“ (I, 777). En esto conozco que me amas, en que mi enemigo no triunfa de mí: «Los judíos se alegraron cuando vieron en la cruz a Cristo, pues pensaron que se cumplió su deseo de matarle... Se alegraron entonces; pero Cristo resucitó, fue glorificado. Ahora ven que el género humano se convierte a su nombre; insulten ahora, muevan la cabeza» (I, 778). Bendito el Señor, Dios de Israel: «El es el Dios de Israel, nues­ tro Dios, el de Jacob; el Dios del hijo menor, el Dios del pueblo menor. Nadie diga: esto lo dijo de los judíos, y yo no soy judío. Más bien los judíos no son Israel. El hijo mayor es el pueblo reprobado; el menor, el pueblo amado. El mayor servirá al menor (Gén 25, 23). Ahora se cumplió esto; ahora, nos sirven los judíos, son nuestros libreros; como ayos nos llevan los códices» (I, 779; cf. el comentario al Salmo 56,9). SALMO 45 Se atribuye a los hijos de Coré, y se califica de ‘cántico’ que se entonaría con acompañamiento de oboes. En la BJer lleva por título 'Dios con nosotros /en la traducción litúrgica, Dios, refugio y forta­ leza de su pueblo ’, que en latín suena así: Deus refugium et virtus ' Del mismo título se deriva el contenido: la fe en la cercanía y pro­ tección divinas, la certeza de la presencia de Dios que no abandona a sus fieles. «El salmo es una oración de confianza comunitaria que se funda en la presencia de Dios en la ciudad santa, en el templo» (Schókel-Carniti, I, 658). 1. G én er o literario Se trata del primero de los seis himnos a Sión (45; 47; 75; 83; 86; 121), cuya temática y ambientación puede completarse con Is 2, 2-5 e Is 60. Destaca la simbología materna: «El espacio sagrado deviene

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