PS_NyG_2003v050n001p0111_0172

114 JOSÉ MARÍA DE MIGUEL GONZÁLEZ za...\ El Salmo 10 trata del misterio y de la maravilla de la con­ fianza en el Dios de Israel» (Kraus I, 316.321) 2. La estructura literaria consta de dos cuadros correspondientes a dos tipos de hombres antagónicos: el justo y los impíos. El contexto o S itz im Leben de esta oración sería el fuerte predominio de los ‘malvados’ (peccatores) en la vida del pueblo. Su tiranía llega a poner en peligro la vida del salmista, tal vez persona importante en la comunidad oprimida, por eso le aconsejan la huida. Cuadro prim ero: se describe el triunfo actual del impío en forma de amenazas, de sembrar el terror, actuando ‘en la sombra’ (in obscuro), hecho por unos amigos al orante (estrofa 1.a: w . 1-3), que le aconsejan la huida, pero matizado o relativizado por la invo­ cación inicial de absoluta confianza: «Al Señor me acojo» (in Domi­ no con/ido), que traduce ya desde el principio la imposibilidad del triunfo final del malvado. Cuadro segundo. •describe el triunfo definitivo del justo (w. 7-9, restantes estrofas). Según la enseñanza moral sapiencial, el final del ‘justo’ perseguido, aparentemente fracasado, será la entrada en la vida, mientras que al ‘impío’ , al opresor, le espera la muerte sin remedio. Este resultado o desenlace se ajusta perfectamente a la concepción de Dios como un ‘Dios-justo’ —la santidad de Dios—, que no tolera el pecado ni acepta la injusticia. Esta idea domina el salmo, por eso ‘Yahvé’ (Dominus, e l Señor) aparece bajo esta ópti­ ca al comienzo, tres veces en el cuerpo del salmo, y en el último verso cerrando y resumiendo la composición. Según esto, los protagonistas del salmo son Dios, el justo y el impío, además de un grupo anónimo que aconseja al justo la huida. Cada uno actúa de modo diverso: — Dios salvando, protegiendo al justo y condenando al impío: Dios actúa como juez desde su trono celeste que se hace presente en el templo. — El justo refugiándose en Dios, acogiéndose a su justicia: acti­ vidad ‘pasiva’. — El impío persiguiendo al inocente, provocando así la inter­ vención vindicativa de Dios: actividad negativa. 2 Hans-Joachim K raus, L os Salm os. I. Salm os 1-59, Sígueme, Salamanca 1993.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz