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140 JOSÉ MARÍA DE MIGUEL GONZÁLEZ lo abatirán: «quem tim ebo.... a quo trepidabo». «Temer a los hom­ bres es actitud excluida o superada por el que confía en Dios» (Schó- kel-Camiti, I, 442). Estrofas 2-3: El simbolismo dominante en estas estrofas es mili­ tar, bélico: un ejército acampa frente al salmista; la ferocidad del mismo se destaca con el empleo de símbolos teriomóficos: son como fieras dispuestos a devorar su carne (ut edant carnes meas). En medio de la cacería y de la guerra, el orante se siente seguro (non timebit cor meum... ego sperabo), ve la derrota de sus perse­ guidores (ipsi infirmati sunt et ceciderunt). Estrofas 4-5: El orante, en medio del peligro, expresa ardiente­ mente tres deseos sirviéndose de los verbos ‘pedir’, ‘buscar’ (petii- requiram ): — ‘habitar en la casa del Señor’ ( inhabitem in domo Domini): «Lo que el orante invoca es la participación en el diálogo con Dios, presente cuasi sacramentalmente en el templo... Quiere saborear la alegría de estar bajo el mismo techo con Dios (Sal 41-42; 62)» (Rava- si, I, 502). Petición con trasfondo escatológico: <ómnibus diebus vitae meae / — ‘gozar’ de la dulzura del Señor (videam voluptatem Domi- m); ‘admirar la belleza de Yahvé’ (BJer) 18; — ‘contemplar’ el templo del Señor (visitem templum eius ) 19. En ambos casos se alude a la experiencia mística de la teofanía de Yahvé en su templo. Estrofa 5 : La protección que espera el orante le viene de Dios mismo, de ser recibido como huésped en su tienda, en su morada ( ‘in tentorio suo... in abscondito tabem aculi su i’) . Términos que evocan el tiempo del desierto cuando Dios habitaba en la tienda, y 18 «El sintagma significa en sentido propio disfrutar de la belleza, contemplar con gozo la belleza. Como el Señor no está representado en imagen y su presencia es sólo de gloria, la expresión es aquí símbolo que expresa la inefable experiencia de Dios. La experiencia sensorial se toma como símbolo de la espiritual» (Schókel- Carniti, I, 443). 19 «En paralelo con el anterior, creo que expresa también la percepción sim­ bólica: contemplando con atención e interés el santuario, contempla en él y a través de él la hermosura de Dios- (ib.).

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