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102 MANUEL LÁZARO PULIDO de los libros más leídos de las obras buenaventurianas 207. Esta obra reconocida como una obra de gran altura espiritual, es olvidada por su profundidad teológica, relegada a la subsidiaridad 208. Pero no podemos dejar escapar que es el teólogo san Buenaventura quien escribe y el franciscano quien habla 209. San Buenaventura, en la contemplación del Crucificado, se eleva a Dios y nos muestra el camino gradual desde las creaturas hasta el Creador. Una obra que para C. A. Bernard muestra de modo especial el influjo de san Agus­ tín y el Pseudo-Dionisio es evidente de modo privilegiado en este opúsculo bonaventuriano210. Sin duda, el ser finito, camino de con­ templación, mostrará su estatuto ontologico de modo privilegiado en esta obra. Sin podernos detener en ello hemos de asimilar que a la hora de acercarse a la simbologia vertida por san Buenaventura en el Itinerarium , se nos presentan dos planos a considerar: 1) la men­ talidad simbólica que envuelve la obra, de carácter general, que toma como base una hermenéutica de la Sagrada Escritura y del mundo en genera l211 y que hace afirmar a Piazza, que no halla­ mos ante «un ‘simbolismo cognoscitivo’ fundado sobre el esencial ‘simbolismo ontologico’»212; y 2) una mentalidad simbólica de carácter intelectual, que parte del anterior y toma raíces en la con­ sideración misma de las cosas. Sobre la base de la primera se desa­ rrolla la segunda. La consideración del ser finito arranca en el Itinerarium desde el primer capítulo. Serán los cuatro primeros, correspondiendo a los grados de ascensión, los que toquen más de cerca al ser finito. Los 207 Resulta significativo su reciente traducción al japonés, cf. S an B uenaventu ­ ra , L ’Itinerarium mentis in Deum, trad., introd. y not. por H. N agakura , Tokyo 1993. 208 O. González, o. c., 229. 209 J.-G. Bougerol, o. c., 215. 210 Cf. C.-A. Bernard, «Saint Bonaventure lecteur de Denys dans L’Itinerarium Mentis in Deus**, en Studies in Spirituality, 1 (1991) 32-33- 211 En el Itinerarium varias figuras confluyen en la expresión de esta realidad simbólica a la que aludimos. Nguyen Van Si ha dedicado recientemente un trabajo a los símbolos que aparecen en la obra. Cf. A. N guyen van Si, «Les symboles de l’itiné­ raire dans XItinerarium mentis in Deum de Bonaventure», en Antonianum, 68 (1993) 327-347. 212 L. Piazza, o . c ., 60.

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