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100 MANUEL LÁZARO PULIDO La respuesta la realizamos partiendo de la distancia ontologica entre Dios creador y creatura (vanidad creatural). Y cómo, teniendo en cuenta los elementos del esquema metafisico que hemos mostra­ do, se explicita la relación desde la expresión doble in/per. Segui­ mos al respecto el Itinerarium. 5 . 1 . L a vanidad creatural Hablar de la vanidad ontologica de la creatura no es sino explici- tar los expuesto hasta ahora. Y esto no es otra cosa que confirmar que la condición suprema del Creador, ser primum, a se y per se, supone un hiato insalvable con la creatura que, al contrario, es definida como ser posterius, ser ab alio. Algo que puso de manifiesto Dionisio Casti­ llo, que, siguiendo el De Misterio Trinitatis, muestra que la creatura se puede definir en su condición de temporalidad, mutabilidad y posibili­ dad, propia de su creación ex n ib ilo 201 . En este sentido, podríamos definir la estructura metafísica del ser finito como ontologia de la vani­ dad, tal como la llama D. Castillo 202. Llamar vana a una creatura signi­ fica, por tanto, afirmar su dependencia de otro Ser203. Para expresar esta vanidad san Buenaventura utiliza un méto­ do de contrarios o de contrastes 204. Esta vanidad se muestra en 201 D. C a stillo C ab a lle ro , o . c ., 59. * Creatura enim omnis ex nihilo est, et aliunde habet esse. Quia ex nihilo est, ideo quodam modo vana est et vanitati subiecta est * (II Sent., d. 37, a. 1, q. 2 resp.: II, 865b); cf. I Sent., proem.: I, 3b; Bre­ vi!., p. 5, c. 2, n. 3: V, 235b. En la base de estos textos subyace la enseñanza de la Sagrada Escritura: -Nam excpectatio creaturae revelationemfiliorum Dei expectat; vanitati enim creatura subiecta est, non volens sedpropter eum, qui subiecit, in spem, quia et ipsa creatura liberabitur a servitute corruptionis in libertatemgloriae filiorum Dei *(Rom 8, 19-21). 202 D. C astillo C aballero , o. c., 49. 203 Esto no significa la negación a la creatura a participar de la noción del ser, corno bien señala Marco Ninci: «Per Bonaventura dunque, quando si tratta di un dato compiuto inerente alla conformazione dell’universo (è il caso della materia), questo, sia pur infinito, implica sempre una forma che rientra nella sfera dell’esse­ re... essere che è l’ambito universale cui appartienne ogni creatura». M. N inci , «Il Bene e il Non-essere. Alle radici pseudo-dionisiane deH’esemplarismo in San Buena­ ventura», en Doctor Seraphicus, 33 (1986) 96. 204 Cf. R. G uardini, o . c ., 186; L. Meier, «St. Bonaventure als Meister der Spra- che», en Franziskanische Studien, 16 (1929) 15-28; L. Renaud, «Le langage de saint

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