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48 MANUEL LÁZARO PULIDO leyes que la rigen. San Buenaventura supone una mirada del mundo, no le interesan las leyes particulares, ni los fenómenos, sino cómo el hombre entiende la naturaleza y el mundo como creación de Dios. No mira al sol como una esfera del cielo, sino como un her­ mano que nos muestra la luz divina. Los ecos platónicos estaban presentes. Le ayudó mucho, un pen­ samiento surgido en el siglo m: el neoplatonismo 3. La filosofía llama­ da neoplatonismo domina en los ámbitos no cristianos. Es la última expresión de este sentimiento dual sobre la divinidad entendida en los ambientes filosóficos grecolatinos. Su principal representante es Plotino (205-270). Su doctrina tiene como protagonista la divinidad entendida como tres hipóstasis (sustancias inteligibles) emanadas la una de la otra. En lo más alto (grado superior) está el Uno (el ser). Por contemplación da origen a la Inteligencia, dual o múltiple, que piensa el ser, finalmente en el grado inferior se sitúa el Alma del mundo. El hombre, el alma, puede conocer, a la inversa, el Uno con esfuerzo que significa renuncia a las pasiones, a las cosas sensibles y superación de la razón. Así llega al «éxtasis» que es contemplación del Uno 4. El esfuerzo de conocimiento divino es inverso al de la emanación (en este caso metafísica). Esta doctrina de Plotino, cono­ cida como doctrina de la emanación, tiene visos de conectar con la 3 La relación entre el pensamiento de Platón y de Plotino ha suscitado diver­ sas interpretaciones. Unos han llegado ha considerar un «contrasentido» la interpreta­ ción platónica de Plotino, estableciendo, de esta forma, una gran separación entre ambas posturas: es el caso paradigmático de P. Hadot. Otros, sin embargo, sin obviar la distancia existente, entienden exagerada esa distancia. J.-M. C harrue , tras analizar y estudiar la exégisis plotiniana de diversos diálogos platónicos (Parménides ; Timeo, Fedro y el libro VI de la República) indica como siendo cierto que «Plotino no retie­ ne verdaderamente la solución platónica, no la ignora... la exégesis de Plotino es el fruto de un trabajo consciente y permanente de Platón de modo elaborado» (259- 260). Sea cual fuera la exacta relación pienso que no podemos negar la relación de ambos pensadores, si bien nosotros nos acercamos más a la interpretación de Cha­ rrue al respecto. Cf. P. Hadot, «Philosophie, exégèse et contrasens», en AA. W ., Actes du X IV ,nc Congrès International de Philosophie, t. 1, Viena 1968; J.-M. C harrue , Plo- tin. Lecteur de Platon, Paris 1978. 4 Cf. W . E borowicz , «La contemplation selon Plotin», en Giornale d i Metafisi­ ca, 12 (1957) 472-518; 13 (1958) 42-82; J. N. D eck , Nature, Contemplation a n d the One. A Study in the Philosophy o fPlotin, Toronto 1967; D . P. H unt , «Contemplation and hypostatic procession in Plotinus», en Apeiron, 15 (1981) 71-79; M. L. G atti , Pio­ tino e la metafisica della contemplazione, Milán 1982.

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