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68 MANUEL LÁZARO PULIDO no adecuado. La metafísica ejemplar del Doctor franciscano actúa de un modo adecuado a la metodología existente en la teología escolástica. Si bien el pensamiento bonaventuriano incide en la com­ presión filosófico-teológica de la realidad y no en la constitución lógica, debe proceder con una metodología apropiada para realizar la relación expresiva que conlleva la metafísica ejemplar. El P. Bou- gerol, en su Introduction á saint Bonaventure, muestra la metodo­ logía de san Buenaventura; ésta comprendería la reductio, la pro- portio, las rationes necessariae y el argumento *ex pietate »80. Metodológicamente el ejemplarismo responde a la metodología de las rationes necessariae. El recorrido activo ejemplarista, en el que todas las cosas se reducen a Dios en un camino que parte del Crea­ dor a las creaturas, adquiere en el Breviloquium carácter de para­ digma. Dios es el primer principio y ésta es una verdad que sabe­ mos certeramente. San Buenaventura utiliza el argumento que llamamos de rationes necessariae 81. La ciencia teológica y la fe lejos de caminar por caminos distintos se complementan. La teología como ciencia tiene como labor explicitar lo que de una manera implícita contiene la fe. La autoridad de Dios revelado en la Sagrada Escritura procura una certidumbre infalible. Dios es el primer princi­ pio desde el cual se explica todo. San Buenaventura hace una lec­ tura interpretativa de la enseñanza de san Anselmo 82. La certeza lógico-epistemológica que procura el argumento de rationes neces­ sariae queda interrelacionada con la prioridad metafísica de tal modo que «el principio de ser es también principio de conocer»83. 80 Cf. J.-G. B o u g e ro l, o . c ., 140-158. 81 Cf. A. de V iiialm onte, -El argumento de ‘razones necesarias’ en San Buenaven­ tura», en Estudios Franciscanos, 5 (1952) 5-44; O. G on zález, o . c ., 99-505. 82 Sobre la influencia de san Anselmo en san Buenaventura, cf. P. Mazzarella, «L’ascesa a Dio in S. Anseimo d’Aosta e in S. Bonaventura da Bagnoregio», en Doc­ tor Seraphicus, 15 (1968) 17-34; Traditio, 14 (1968) 191-229; Id ., «L’esemplarismo in Anseimo d’Aosta e in Bonaventura da Bagnoregio», en Analecta Anselm iana, 1 (1969) 145-164; J.-G. Bougerol, «S. Bonaventure et S. Anselme», en Antonianum, 47 (1972) 333-361; A. Delgado, «El argumento anselmiano en la obra de san Buenaven­ tura», en Thémata, 4 (1987) 15-26; J. Châtillon, «De Guillaume d’Auxerre à Saint Thomas d’Aquin: l’argument de Saint Anselme chez les premiers Scholastiques du xiiième siècle», en Spicilegium beccense. I Congrès international du I^ me cente­ naire de l ’arrivée dAnselm e à Bec, vol. 1, Paris 1959, 209-231. 83 J.-G. B o u g e ro l, o . c ., 80.

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