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NATURALEZA HERIDA Y EL ARTE 511 cias que posiblemente podríamos anticipar, y de manera parecida a los caracoles del mar sus distintas cámaras, y así un molusco mari­ no o un escarabajo, y de manera igual el esqueleto nuestro. Toda la naturaleza tiene una escondida geometría, cierto com­ portamiento mental que se constituye como base para nuestras apre­ ciaciones estéticas, que nuestros gustos tuvieran que ser necesaria­ mente los mismos, que las leyes del arte no pudieran apartarse de esta necesaria orientación. Que todo arte tuviera que ser de una manera y no de otra, y que si existen diferenciaciones en su historia, el origen dinámico de todas ellas será siempre el mismo, que las diferencias serán el acci­ dente, y esa es la gran lección con que el arte nos descubre la iden­ tidad, el mismo hombre, a lo largo de toda su historia, siempre el mismo hombre con el mismo arte. Son conductas que se repiten, leyes que se descubren prefija­ das, los instintos repetitivos de aquellos que carecen de razón, la de toda existencia, la que está en las alturas y la mínima, excepto el hombre en medio de este panorama universal, que con razón y con libertad tiene en la mano la oportunidad para todas las sinrazones. En nuestros días van desapareciendo distintas lenguas, desapare­ ciendo numerosas etnias, empobreciéndose en el olvido otras muchas, y desde la estadística podemos decir que de unas cinco mil actual­ mente existentes, de «hablas distintas», en unos veinte años habrán ya desaparecido mil de ellas, y luego de unos pocos años más habrán venido a quedar unas 300 de aquellas cinco mil, que esa es la mar­ cha en que van desapareciendo desde hace algún tiempo. La destrucción de las lenguas nos empobrece a todos; aun las etnias más disminuidas saben expresar conceptos con matices dis­ tintos. Aquellos que se sienten poderosos, y esa es la historia que se repite, quieren ser también los dominadores de la totalidad de los lenguajes; estamos ya en una globalización, pero vulgarizadora. Desde la aparición del hombre, el entendimiento para su con­ vivencia le fue dificultoso, las discordias, y seguidamente a distan­ ciarse, los estacionamientos en los distintos territorios, y los parajes distintos dándoles sugerencias para hacer sus palabras.

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