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470 ALEJANDRO DE VILLALMONTE un ente ‘metafísico’, como proponen las especulaciones de filóso­ fos, maniqueos y gnósticos. O teólogos judíos, cristianos, islámicos. 4 . E l p e c a d o o r ig in a l , ¿ m ister io a bism a l o em b r o llo d o c t r in a l ? Satanás y el tema del pecado original son inseparables en la actual historia de salvación-perdición, tal como la vienen narrando los cristianos desde siglos. Satán es el introductor del pecado en nuestro mundo. Mediante el pecado de Adán, Satanás obtiene el dominio en la humanidad pecadora. Son conocidos los testos bíbli­ cos en los que se le concede el solemne y temible título de «Prín­ cipe de este mundo»11. 1. Al hablar del ‘pecado original’ parece inevitable recordar las conocidas palabras de san Agustín en el siglo v: «Nada más fácil de hablar que el pecado original, nada más difícil de entender». Los teólogos nunca omiten decir a sus lectores que el pecado original es un «misterio abismal». Cierto, pero con un poco de ironía, se podía dudar de si, en el caso, no se trata más bien de un inmenso «embrollo doctrinal». Una gnosis antignóstica (P. Ricoeur). El tema del PO ha sido tema de amplio y documentado estu­ dio por parte nuestra durante más de treinta años. Al lector intere­ sado en el tema permito remitirle a estos trabajos 12. Ahora recojo únicamente alguna idea que puede aportar alguna luz al comenta­ rio que estamos haciendo sobre libro el prof. Prini. Cristianos como Agustín de Hipona, Pascal, los jansenistas, los protestantes, con algunas características específicas, han hecho del pecado original el punto central de su visión del Cristianismo. En nuestros días la Iglesia oficial, en su Catecismo universal de la Igle- 11 Todavía un teólogo de nuestros días entiende literalmente esta expresión, y cree saber que el pecado original consiste en el hecho de que todo hombre, al entrar en la existencia, cae (es entregado por Dios) bajo el dominio y posesión de Satanás. Esta inyección de satanismo es de lo peor que pudo aportarse para aumen­ tar la confusión dentro de la turbulenta historia del «dogma» pecado original. 12 A. d e V illalm onte , Cristianismo sin pecado original, Salamanca 1999. Con abundante bibliografía, pp. 361-370. Escritos del autor sobre el mismo tema, en páginas finales. La referencia a esta obra nos evita el multiplicar aquí citas más concretas sobre los temas que vamos tratando.

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