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460 ALEJANDRO DE VILLALMONTE 1. LOS GRANDES MIEDOS DEL CRISTIANISMO OCCIDENTAL Dos libros de J. Delumeau han llamado la atención sobre este hecho histórico innegable: le presencia del miedo como una de las características y máculas del cristianismo occidental. La función de inductores de este miedo generalizado la realizaban la creencia en el Diablo, en pecado original, en el infierno. Y, en el fondo más secreto, el miedo a la justicia vindicativa de Dios, porque «es terrible caer en manos del Dios vivo» (Hb 10, 31). Interpretada desde el «mito y teología de la pena» y aplicada a explicar la acción de Dios en la historia, tal como se manifiesta en las mencionadas creencias4. Estos diversos «miedos» —factores de miedo— están interior­ mente religados: el rebelde Lucifer, expulsado de la altura de los cielos por su rebeldía, en represalia contra el Altísimo, introduce el mal en el mundo instigando el pecado de Eva y Adán. Pecado que acarrea la ruina total de la raza adánica. Ésta es convertida, según frase tremebunda de Agustín de Hipona, en «masa de per­ dición, de condenación». Condenación que, para la inmensa mayo­ ría de la humanidad, se consumaría en las torturas de un infierno eterno. En el trasfondo doctrinal-ideológico se oculta un peculiar modo de entender la justicia punitiva de Dios, su ejercicio res­ pecto a las criaturas culpables. En el centro de este proceso hay que poner el hecho del «pecado original», que ocurre por instiga­ ción de la Serpiente. Como castigo de ese pecado ,1a humanidad pecadora es entregada por Dios al dominio de Satanás (DS 1511). Y, por fin, el pecado original que pone camino del infierno a toda humanidad, si no ocurre una nueva intervención de Dios. El infierno es la fase terminal de la historia de la humanidad, de su 4 Jean D elu m ea u , La p eu r en Occident. xi\fme-xvnfme siècles. Une cité asiégé, Paris: Fayard, 1978. Trad. española: El miedo en Occidente (siglos xiv-xvm). Una ciu­ dad sitiada, Madrid: Taurus, 2002; Id., Le péché et la peur. La culpabilisation en Occident. xii]ème-xvnième siècles, Paris: Fayard 1983. Importa advertir, para nuestro comentario, que los máximos inductores de este miedo y sentimiento morboso de culpabilidad, son factores de índole religiosa cristiana: el demonio, el pecado origi­ nal, el infierno, instrumentos de la justicia vindicativa de Dios sobre el género humano pervertido por el pecado de Adán. Una presentación del mismo tema puede verse en Alejandro d e V illa lm o n te , Cristianismo sin pecado original, Sala­ manca 1999, espec. pp. 291-325.

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