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LA ORACIÓN EN LOS SALMOS (I) 425 volaron ais saetas. Estalló tu trueno en el torbellino, alumbraron los relámpagos el orbe y, sacudida, tembló la tierra. Fue el mar tu cami­ no, y tu senda la inmensidad de las aguas, aunque no dejabas hue­ llas en él. Condujiste como grey a tu pueblo por mano de Moisés y de Arón» (Sal 77, 16-21). Acción divina liberadora de la esclavitud y fundante de la alianza; descripción del pasado en una teofanía lite­ raria compuesta sobre la base del simbolismo, del mito y del relato poético. En la mutua referencia de la alianza y de la teofanía confluyen el Deus presens, por un lado, y el Deus absconditus, por el otro; la ayuda divina, por un lado, y la escenificación de la misma, por otro; la palabra de Dios y el trueno retumbante; la confianza en el poder divino y el movimiento de la tierra y la conmoción cósmica: los rayos y relámpagos; la ayuda divina y su ira incontenible manifesta­ da en su rostro airado cargado de ira no disimulada. El trueno estre- mecedor de la teofanía se combina con la palabra de poder pro­ nunciada por Dios en el exordio de los tiempos, y por la cual él hizo retroceder a los poderes del sheol. En muchos aspectos, las descripciones de teofanías en el AT siguen representando hoy día un problema impenetrable. Por lo que respecta primeramente a los elementos imaginativos de estas descripciones, vemos que en ellos se mezclan dos esferas de imágenes: las ideas de la epifanía del Dios de la tempestad, conocido por el mito der Adad-Rammán, y las metáforas que aluden a zonas volcánicas. En un himno dedica­ do al dios de la tempestad leemos: «Padre Ishkur, señor, que cabal­ ga sobre la tormenta: tal es tu nombre, dios supremo, tal es tu nom­ bre, dios supremo; Ishkur, león del cielo, excelso toro, radiante; tal es tu nombre, dios supremo. Tu nombre cubre el mundo como un manto; cuando retumba tu taieno, se estremece el alto monte, Padre Enlil; cuando tú ruges, tiembla la gran madre Enlil*»31. S. Mowinckel y A. Weiser han expresado su opinión de que hay que admitir que, en el transcurso dramático del culto, se hacía la representación de una teofanía. ¿Algo así como una escenificación de «luz y sonido»? Sería una buena salida en orden a explicar los fenómenos tanto históricos como naturales. Pero ¿cómo representar 31 A. G onzález, o . c ., pp. 237, 305, 107.

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