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LA ORACIÓN EN LOS SALMOS (I) 415 De esta tendencia antimitológica esencial en la tradición de la alianza y de su culto anclado en los orígenes derivan, y así deben ser entendidas, las múltiples manifestaciones, extrañas a nuestra mentalidad, que mencionamos a continuación: a) La discusión con los dioses extranjeros, que es una especie de mofa de su carencia de entidad. Es un recurso que sólo encon­ tramos en los himnos israelitas: «Porque grande es Yahvé y digno de toda alabanza, terrible sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son vanos ídolos; pero Yahvé hizo los cielos» (Sal 96, 4-5; ver también 115, 4ss.; 135,15ss.). b) El ju icio d e Yahvé sobre los dioses: «Y dirá cada uno: Hay pre­ mio para el justo; hay un Dios que hace justicia al mundo»* (Sal 58, 12). «Está Dios en el consejo divino, en medio de los dioses juzga» (Sal 82, 1; también sobre sus adoradores injustos caerá la justicia puni­ tiva de Yahvé; remitimos a lo afirmado en el 58, 12). c) El cam b io d e las fó rm u la s himnicas , conocidas también en Babilonia, pero exaltadas en Israel, que dice: «¿Quién es como tú, ¡oh Yahvé!, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santi­ dad, terrible en maravillosas hazañas, obrador de prodigios?» (Éx 15, 11; Sal 18, 32: «¿Qué Dios hay fuera de Yahvé? ¿Qué Roca fuera de nuestro Dios?». Y expresiones idénticas o similares en 35, 10; 71, 19; 77, 14; 86, 8...). d) El pensamiento del hom enaje tñbutado a Yahvé por la corte de los dioses rebajados de categoría, al introducir todo el «ejército del cielo» en el himno a Yahvé (Sal 19, 2; 29, 1-2; 69, 35... y la refe­ rencia a Is 6, lss.). e) Como la renuncia a otros dioses pertenecía al ritual de la alianza, también este distanciam iento de los dioses y d e sus ad o rad o ­ res consideraba a Yahvé como el Dios único. Esto implicaba la fide­ lidad al Dios de la alianza y la renovación de la misma: «Cantaré a Yahvé un cántico nuevo» (Sal 33, 3; 40, 4; 96, 1; 98, 1...). f) Reiterando lo afirmado poco más arriba, el pensamiento que estamos desarrollando lo ponen más de relieve los Salmos de la r ea le z a d e Yahvé en el culto festivo y su tradición hímnica. Su expresión adecuada la tenemos en los Salmos de en tron ización o d e ascen sión a l trono: 47, 93, 96-99 que, al no pertenecer a nin­ gún otro género concreto, deben catalogarse entre los himnos. La

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