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320 ABILIO ENRIQUEZ CHILLÓN Podrían señalarse aún algunos otros de los posibles influjos tomados de varios otros místicos franciscanos españoles; pero me merece ser suficiente con los transcritos. Paso, pues, a otro apartado. E s t r u c t u r a e x te r n a d e l s o n e t o Comentario literario del texto Comienzo por destacar sus más notables valores a mi parecer. El primero es su claridad. Primer requisito exigible al escritor, según Cicerón. La claridad en el soneto es impoluta y transparente. Su enun­ ciado —no su contenido— lo puede entender con facilidad cualquier hablante español, en uso correcto de su razón. No menos destacable es su estructura poemática monolítica y a la vez translúcida. Es un todo homogéneo, pero no monótono o reiterante. Posee la variedad precisa exigible. Sus catorce versos son llamativamente pulcros y per­ fectos en sus cualidades poéticas. Diríase que fueron hechos a molde. Impresionante es su naturalidad. No deja lugar a la sospecha de rebusco o trabajo de correcciones. Sus versos ostentan una ele­ gancia serena en su plácida sencillez. Todo ello revalidado por la prestancia apacible de su perfección versal de medidas exactas y la ausencia total de fiorituras inútiles. Posee toda la sobriedad auste­ ra que requiere el contenido ideológico. Ni siquiera acude al len­ guaje metafórico que tanta elegancia presta a la expresión poética. Tampoco aparecen otras figuras especiales del lenguaje o de senti­ do. Todo el soneto es pura esencia sin apenas accidentes. Sus esco­ gidos vocablos nos admiran por lo preciso y acertados para expre­ sar lo que pretenden. No falta ni una sola palabra de las precisas ni sobra un solo vocablo. Todo este conjunto de cualidades excelentes confiere a este extraordinario poema una personalidad literaria de lo bellamente atildado y exquisito. Suministra al leyente un relieve de encantadora venustez por su naturalidad espontánea, tan correctamente elocuti- va. Su morigerada seriedad, moderadamente elegante, sobrecoge con respeto y admiración. La trascendencia imponente del tema aglutina y cohesiona a las diversas ideas y conceptos. No hay ni una sola digresión. Su autor, como artista habilidoso, compone magis-

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