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318 ABILIO ENRÍQUEZ CHILLÓN He aquí algunos: ¡Oh amor dichoso!, que tú eres áncora de nuestra esperanza, que nos afirmas en Dios; tu éres báculo pastoral con que nos defendemos... tú eres comunicación del Espíritu Santo... tú eres fuego enviado del cielo para inflamar los corazones sacrificados a Dios... tú eres sólo el que a Dios nos haces carísimos, aunque sin ti no somos nada... tú eres muerte preciosa de los san tos... tú eres óleo de alegría con que se han de ungir los cristianos de Dios... tú eres vía del Señor que has de ser enderezada a él, para que venga a nos por ti como escalera»43. En referencia al libro de Osuna Ley del amor santo el prepara dor y comentarista de la edición del mismo, fray Juan Bautista Gomis, Ofm, escribe: «El soneto ‘No se mueve, mi Dios, para que rerte’, es la fórmula más bella, más profunda y más cristiana del amor sacro y místico que ha brotado de labios humanos, expresión genuina del gran genio de España; hasta se desconoce quién es su autor para que vibre y resuene tan sólo en ella España. La idea en el soneto contenida proviene de origen evangélico y expresada por san Agustín e incorporada al espíritu español con tanta fuerza que constituye una de sus constantes»44. De la lectura del Tercer abecedario espiritual de Osuna la con clusión que se percibe es que a su autor lo que más le importaba era convencer a sus lectores que lo que más debe importarnos es llegarnos a Dios por medio del amor puro. Precisamente el que se expresa en el soneto comentado. Para lograr su objetivo Osuna exhorta al alma: «Busca a Dios dentro de ti misma y más dentro de ti que tú misma»45. En otro lugar advierte: «Aquel cumpliría bien esta letra que amase todas las cosas que ama por más amar al Señor de ellas, enderezándolas a este fin y huyendo de amar cosas que a esto no puedan ser reducidas... Es también el amor fuego donde se cría la salamandra (sic) de la caridad que fuera de él muere». En este mismo abecedario, capítulo 10, repite los 27 modos que usa Dios para amar a los hombres, con algunas variantes. 43 En Místicos franciscanos españoles. Ya citado, pero el párrafo transcrito está tomado del II, Madrid 1998, trat. 16, c. 5, p. 429. 44 Místicos franciscanos españoles, BAC, Madrid, t. I, Introducción; id., t. II, «Tercer abecedario espiritual», p. 97; ibid., p. 429. 45 Id., t. II, «Tercer abecedario espiritual», p. 97.
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