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LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES. 257 cardo444. También, durante la celebración de la eucaristía, se dan situa­ ciones extáticas, como en el caso de Mateo de Bascio, quien «dezia la missa con tal devoción, y sin faltar ningún dia, que eran ordinarios en él los raptos...»445. Otro Mateo, pero esta vez de Leonisa, mientras cele­ braba misa tuvo «un rapto que le duró espacio de media hora» 446. 2.4. Signos d e san tid ad post mortem Estos signos hacen referencia fundamentalmente a curaciones hechas por las figuras de que Boverio nos habla una vez muertas, y también están referidos a las señales en el cuerpo de aquellos que mueren con fama de santidad, es decir casi siempre al fenómeno de la incorruptibilidad. * Curacion es y signos «post m ortem». —Ya hemos hecho refe­ rencia a este tipo de casos; sin embargo, no dejamos de reiterar una vez más que son muchos los casos de personas que sanan con reli­ quias de frailes que mueren, como en el caso de fray Francisco Essi- no, cuya cuerda echa los demonios del cuerpo de una mujer 447; con un trozo de hábito de fray Francisco Titelman, sanan milagrosamen­ te muchos enfermos 448; una mujer toca a fray Jerónimo del Monte Policiano y sana de un flujo de sangre 449; un paralítico, tocando el cuerpo de fray Luis de Regio, cobró la salud 45°. En el caso de Mateo de Bascio, una ciega, tocando su cuerpo, recobra la vista 451. * Signos d e san tid ad en el cuerpo. —Abunda en la mayoría de los hermanos el fenómeno de la incorruptibilidad corporal 452 o la 444 Lib. 10, cap. XVI, n. 113, p. 460. 445 Lib. 11, cap. XIV, n. 94, p. 512. 446 Lib. 12, cap. III, n. 24, p. 539. 447 Lib. 10, cap. XI, n. 79, p. 448; Lib. 12,cap. III, n. 24, p. 539. 448 Lib. 6, cap. XVI, n. 109, p. 196. Tambiéncobranvista el arcipreste de Antí- cola y una enferma, nn. 115-116, pp. 299-300. 449 Lib. 9, cap. XI, n. 97, p. 406. 450 Lib. 6, cap. XI, n. 66, pp. 282-283. 451 Lib. 11, cap. XVIII, n. 123, p. 524. 452 Tenemos el caso de fray Bernardino Jorge de Regio, Lib. 5, cap. XXIV, n. 153, p. 260. El cuerpo de fray Francisco Essino se halla incorrupto después de diez años, Lib. 10, cap. XI, n. 82, p. 449. Fray Francisco Titelman es hallado también