PS_NyG_2002v049n002p0199_0264

LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES. 255 sima, tan familiar y con tanta llaneza como pudiera un hijo hablar con su madre» 432. Como conclusión de este tipo de apariciones, apuntar que tienen un sentido de recompensa para todos aquellos hermanos que han permanecido fieles: eso es precisamente lo que viene a significar el hecho de que la Virgen vaya a buscar a los frai­ les en su lecho de muerte, o que hable con ellos familiarmente. * Apariciones d e san Francisco .—La aparición más significativa, sobre todo por la trascendencia que tiene posteriormente a nivel de Orden, es la que tiene lugar a Mateo de Bascio. Se trata de una serie de sucesivas apariciones en las que san Francisco muestra a fray Mateo la verdadera forma del hábito capuchino 433. El sentido de esta aparición es la de ser guía y modelo de la naciente Orden, pero no es el único sentido de la Crónica, ya que en otras ocasiones trata de dar aliento a los capuchinos; tenemos los casos de Francisco de Jesi, que recibe un báculo que el santo, junto con san Antonio, le da con las siguientes palabras: «Toma Francisco este báculo con que cami­ nes, anda, visita y confirma a tus frailes y hermanos» 434; y también el caso de Luis de Regio, al cual se le aparece san Francisco cuando estaba caído en una zanja para sacarle de allí y consolarle. Caso espe­ cialmente curioso es el ocurrido en un convento durante la predica­ ción de Juan de Fano, no es una aparición propiamente dicha, pero sí tiene trascendencia por su significado: En una ocasión «platicando a los religiosos mientras cenavan, sobre la Observancia Regular, y el voto de la Pobrera, un religioso sacerdote que... estava en la iglesia orando... vio a nuestro padre San Francisco, que elevado en el aire... y alargando la mano derecha azia los religiosos, les echó al fin de la plática su bendición» 435. * Apariciones d e unos herm anos a otros .—Generalmente se trata de apariciones en las que se anuncia el estado en que se encuentra el fraile en cuestión después de muerto; unas veces anuncian su glo­ ria y salvación, y otras algunos castigos. En el caso de Francisco Titel- man, se anuncia su glorioso final a su amigo Juan de Cárdenas 436. 432 Lib.6, cap. XIII, n. 83, p. 286. 433 Lib.1, cap. VIII, n. 50, pp. 43-44. 434 Lib.8, cap. XIII, n. 107, p. 365. 435 Lib.7, cap. VIII, n. 55, p. 320. 436 Lib.6, cap. XVI, n. 106, p. 295.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz