PS_NyG_2002v049n002p0199_0264

244 POLICARPO FELIPE ALONSO líos años. Hay multitud de casos a los que podríamos hacer refe­ rencia 395. * Resurrección de muertos .—La resurrección de un muerto es un tipo de milagro que podríamos calificar de importante, ya que esta capacidad muestra un alto grado de santidad. Tenemos pocos casos de resurrecciones en la crónica. Se sabe de Antonio de Mon- tesicardo «que resucitó un muchacho muerto, haziendo por él ora­ ción, de que huvo infinitos testigos» 396. Luis de Regio resucitó a un niño que su madre había ahogado mientras dormía con él en bra­ zos 397. Pero el que más destaca por el número de resurrecciones que hizo es Mateo de Leonisa, el cual resucitó a un muerto después de orar fervorosamente y de hacerle la señal de la cruz 398. También resucitó a un niño con el mismo procedimiento; éste, al levantarse, exclamó: «Demos gracias a Dios madre mia amantísima, que me ha buelto a la vida por los méritos de su santo siervo» 3" ; y finalmente resucitó a un difunto del mismo modo 400. * Exorcismos .—Tenemos dos casos: el de Francisco de Jesi, que expulsa del cuerpo de un hombre un demonio. Boverio, antes de relatar el milagro, introduce la fama de este hermano cara a los demonios debido a su santidad: «Predicando fray Francisco la pala­ bra de Dios... y librando las ciudades enteras de la tiranía de sata­ nás, sucedia por divina disposición que el infierno le tuviesse tal miedo, y el santo varón imperio tan absoluto sobre la malicia de los demonios...»401. El otro caso es el de Jerónimo de Monte Policiano, que expulsó un demonio del cuerpo de un hombre de la manera 395 Citemos algunos casos: Antonio de Córcega cura a dos paralíticos, una llaga incurable y devuelve la vista a una ciega, Lib. 10, cap. IV, nn. 28-32, p. 432. Mateo de Bascio hace sanar a una mujer de un dolor de muelas, cura a un enfer­ mo de una ceática, libra a una casa de la peste, Lib. 11, cap. XIV, nn. 104, 105, 115, pp. 516, 520. Luis de Regio quita un dolor de muelas a un fiel y cura a un hombre de dos enfermedades, Lib. 6, cap. XII, nn. 73-75, p. 285. Antonio de Córcega salva a un paralítico y devuelve la vista a un ciego, Lib. 10, cap. IV, nn. 29, 31, pp. 431-432. 396 Lib. 10, cap. XVI, n.115, p. 400. 397 Lib. 6,cap. VIII, n.49, p. 277. 398 Lib. 12, cap. V, n. 36, p. 544. 399 Id., n. 37, p. 545. 400 Id .,n. 38, p. 545. 401 Lib. 10, cap. X, n. 76, p. 447.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz