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PRESENCIA DE C. G. HUMBOLDT EN H. G. GADAMER 159 Desde la primera, entiende el lenguaje como trabajo del espíri­ tu por hacer el sonido articulado apto para la expresión del pen­ samiento. El lenguaje es anterior a toda comunidad, a toda plurali­ dad y a toda primacía del pensamiento. Avanzando más estimaba que el lenguaje es el órgano creador del pensamiento: así como los números nos ayudan a calcular, las palabras nos ayudan a pensar. Así, pues, el pensamiento sin lenguaje es imposible; entre inte­ ligencia y pensamiento no hay más mediación que el lenguaje3. Desde la segunda, lo principal en el lenguaje será su naturale­ za sintética, mediadora entre el sujeto y lo objetivo, correlación con­ tinua, unidad en oposición. Y esto, porque Humboldt no afronta una objetividad dada y completa, sino que vive y descubre los obje­ tos tal como el lenguaje se los presenta 4. Así, por vez primera, en el lenguaje la objetividad y la totalidad de una visión del mundo se da transmitida lingüísticamente. Para Humboldt, el individuo pertenece a su raza y a su mundo lingüístico. Se trata de un fragmento en la totalidad de las partes. El lenguaje se muestra como vínculo, que si bien rige el destino indi­ vidual, de igual modo rige el destino de la humanidad. Por esto debe entenderse siempre el lenguaje en su totalidad. E l LENGUAJE, COMO «ENERGÍA» El lenguaje es algo en cada instante permanentemente transito­ rio. Dado que, como se ha indicado, no es un producto ( epyoi /), sino una potencia (evepyeLa), su verdadera definición sólo puede ser genética. Labor perennemenente renovada del espíritu, para hacer el sonido articulado capaz de la expresión del pensamiento. Lo cual, señala la potencialidad del lenguaje. En las lenguas subyace un punto de organización perfecta, a partir del cual la estaictura orgá­ nica, la norma fija, ya no se modifica. Sin embargo, en cuanto pro­ ductos vivientes del espíritu, podro continuar el proceso de refina­ miento ilimitadamente. Y el organismo de las lenguas surge de la facultad general del hombre y de su necesidad de hablar, lo cual 3 o. c., 20. 4 G. H umboldt , Veber das vergleichende Sprachstudium..., 241-268.