PS_NyG_2002v049n001p0127_0155

132 FIDEL AIZPURÚA 1. A nálisis c r í t i c o de la s itu a ció n a c t u a l a) La cruda realidad Más allá de valoraciones atemporales sobre la oración, parece que la VR en general no puede escapar a la cruda realidad que se impone: orar personalmente es muy difícil hoy; un gran sector de la VR ha eliminado el problema dejándolo de lado, cosa que no soluciona nada; un número cada vez más reducido quiere salvar la papeleta empeñándose, contra viento y marea, en orar «como siem­ pre»; un pequeño sector ha ido encontrando maneras nuevas de situarse ante la oración hasta hacerla en algunos casos motor de su vida creyente y elemento renovador de su VR. Estos parecen ser escasos. La cruda realidad es que la oración personal no hace parte real de las vivencias fuertes del hecho cristiano occidental. Cuando en el Capítulo General Extraordinario de los Capuchi­ nos de 1968 se hizo la formidable labor de crear unas nuevas Cons­ tituciones, al llegar al tema de la oración se legisló desde la mentali­ dad que poseían los capitulares, que no era otra que la religiosa 25. Con esas mimbres aún fue hermoso el cesto que salió. Pero esa espi­ ritualidad dejaba al descubierto la cruda realidad, el tiempo de invier­ no que se anunciaba para temas considerados tan nucleares como la experiencia contemplativa. Valoremos, a modo de ejemplo, un punto que, inicialmente, tiene su importancia en este asunto. A la hora de hablar de los «tiempos de oración» esta fue la trayectoria capitular: — En el primer esquema se decía que no había que marcar tiempos de oración ya que «toda la vida del capuchino es oración». — La sensatez se impuso y en la segunda redacción se estipu­ laba que habría dos tiempos de oración, uno por la mañana y otro por la tarde, cada uno de ellos de una hora. — De nuevo el sentido común se impuso, proveniente esta vez del «coetus» holandés para decir que esas dos horas solamente po­ drían hacerlas en la Orden los novicios y algún «pater provectus» en estado de jubilación. 25 Aunque beneméritos, eran casi todos personas de la vieja escuela, de una época totalmente religiosa.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz