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«SI AL SILENCIO LLEGARAS...«* ORAR PERSONALMENTE.. 155 A largo plazo se atribuye a este trabajo (aunque no sea la única causa ni quizá la más importante) el consolidar posturas vitales y decisiones cada vez más evangélicas. Es decir, los frutos de la ora­ ción no son tanto frutos religiosos cuanto de vida, de posiciones ante la vida. Persisten, además, el gozo por la fraternidad, por la Palabra e incluso por una cierta formación teológica en la misma perspectiva en la que se va orando. Se tiene también muy viva la certeza de la inagotabilidad de la Palabra. Por eso, resulta fácil darle continuidad al trabajo orante en este plan. 7. C o n c lu sió n : ¿Es po sib le ? ¿Es extrapolable este plan a cualquier otro grupo de personas o, por soñar, al colectivo de una Provincia o Congregación? No lo sabemos y, de salida, creemos que las dificultades habría de ser múl­ tiples. No es nuestra tarea solucionarlas. Nosotros creemos haber «solucionado» de esta manera tan sencilla y para nosotros tan suge- rente el «problema» de la oración personal. Más que decir a un grupo de hermanos que ese es el camino, no tenemos esa intención, lo que queremos es decir que las soluciones, unas u otras, pueden sur­ gir en la medida en la que realmente se sientan como una necesi­ dad y como tal se lo propongan. Aquí también, como en otros asun­ tos de la vida cristiana, la verdadera pregunta no es «yo qué puedo hacer» sino «yo qué estoy dispuesto a hacer». Fidel A izpu rú a Logroño

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