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154 FIDEL AIZPURÚA 5. M ateriales Es preciso trabajar siempre con un «libro de ayuda», ya que, con frecuencia, habrá que estar en no pocas semanas ante perícopas que «no nos dicen nada». En ese caso, recurrir a personas técnicas que, en maneras comprensibles, expliquen los entresijos del texto puede ser de gran ayuda. En el caso de Marcos nosotros nos hemos basa­ do en toda la obra de Juan Mateos y Fernando Camacho. En con­ creto: MI: J. M ateos -F. C amacho , El Evangelio d e Marcos. Análisis lin­ güístico y estilístico , El Almendro-Epsilon, vol. I: Córdoba 1993; M2: vol II., 2000; M3: vol III (aún po r publicar). M4: Marcos. Texto y com en ta rio , El Almendro-Epsilon 1994; MNT: Nuevo testamento, Trad. de J. M ateos y L. A. S chókel , Cristiandad, Madrid 1987 (de esta edición tomamos, además de las notas, la traducción común). El mayor problema de los materiales en que apoyarse es que alguien llegue a poner en modos «visibles» el p lan sem anal: períco- pa que se va a tratar con una pequeña orientación y algunas pers­ pectivas para cada día de la semana. Esto se puede hacer de muchas maneras, pero es del todo necesario si se quiere aunar esfuerzos, aunque a partir de ahí cada persona haga lo que quiera con el plan ofrecido. 6 . E l fruto A corto plazo se experimenta la hermosura de la Palabra, su fecundidad, cuando se la trata sistemáticamente y las muchas cosas que uno va «aprendiendo» sobre el Mensaje. Se experimenta tam­ bién que el tiempo de oración se aprovecha mejor y se va al trabajo orante con una cierta ilusión que antes no se tenía. A medio plazo se sigue experimentado la ilusión por el trabajo orante y por la Palabra junto con la certeza de que los días perso­ nales empiezan a estar mezclados de alguna forma con ese trabajo creyente. Hay como una unificación de perspectivas vitales perci­ biendo que lo que se hace en la oración y el resto de la vida va cobrando una cierta unidad. El gozo de ser hermanos que oran se palpa con fuerza.

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