PS_NyG_2002v049n001p0127_0155

«SI AL SILENCIO LLEGARAS...» ORAR PERSONALMENTE. 139 ese caso la oración sobrepasa el marco religioso para llegar a gene­ rar beneficios en el simple camino de lo humano. No sólo por razones metodológicas sino también por convenci­ miento concluimos provisionalmente que el trabajo orante mantiene intactas sus posibilidades por encima de los deterioros históricos y las desganas con las que puede estar envuelto. Hay una intuición que nos lleva a entrever, hoy también, en una oración personal tomada en serio, posibilidades abundantes no solamente para sobre­ vivir sino para arrostrar con ánimo las fuertes sacudidas sociales e históricas que debe encajar en este hoy la VR. 2 . U na teoría orante para ho y Bajo este epígrafe no queremos esbozar ningún camino concreto y mucho menos un métodos de los que han sido o de los actuales. Lo que nos proponemos es mostrar algunos de los ingredientes que podrían contribuir a elaborar una teoría del trabajo orante. La oración es praxis, pero lo es con un sustento ideológico, explícito o no. a) La perspectiva secular Ya lo hemos indicado en varios momentos: también la oración ha de estar situada hoy en la creciente e imparable secularidad de nuestra sociedad. Viniendo, por historia, formación y espíritu de una sociedad religiosa, por mucho que queramos asumir la perspectiva secular esa será una tarea de difícil logro y solamente posible en cier­ ta medida. Desde el punto de vista de la oración el planteamiento general podría ser éste: ¿Podemos rezar a un Dios escondido? El tema de la «escondidad» ha sido tratado no solo por las mal llamadas «teo­ logías de la muerte de Dios» sino por escritores espirituales muy auto­ rizados que han llegado a la conclusión de que la «escondidad» favo­ rece la autenticidad de los mecanismos orantes. F. Varone dedica la mitad de su citado libro a la empresa de mostrar cómo la oración al Dios escondido no solamente depura el hecho orante sino que sobre todo aquilata la realidad del Dios en el que se cree39. 39 F. V arone, o . c ., pp. 159 y ss.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz