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104 POLICARPO FELIPE ALONSO de la novedad»224, «... el quinto passo, que acelero la caída de Ochi- no, fue su inconstancia, o facilidad» 225, «el sexto passo fue su sober- via, que como sea madre de las Heregias en el sentir de San Agus­ tín, le cegó desdichadamente, retirando del la verdadera luz de la Fe» 226. «El ultimo paso... fue una malicia de animo, muchedumbre excessiva de culpas...» 227. Concluye Boverio esta parte con unas palabras significativas: «De todo lo cual venimos a concluir, que Ochino no cayó de repente en el abismo de su heregia, sino por diferentes passos de vicios y desventuras, que despues de averie oprimido el animo con un peso tan grave, últimamente le derribaron al estremo de los infortunios» 228. Una vez que se demostró su herejía, Ochino huyó a Ginebra, «á tierra de Herejes», dejando la Orden en una situación muy delicada 229. Las revelaciones que tuvieron algunos hermanos y que anuncia­ ban la caída de Ochino ocupan la tercera parte del relato y son bas­ tante significativas. Cristo, dice Boverio, «quiso prevenirnos con noti­ cias antecedentes de lo que avia de suceder, y con promessas de su ayuda» 23°, haremos referncias a ellas más adelante. Termina Boverio esta tercera parte con una conclusión que ya nos va resultando familiar por lo que respecta al origen divino de la Orden: «... aviendo dispuesto Dios de otro modo, y hecho que la Orden quedasse estable, despues de faltarla un arrimo tan firme, manifiesto que no era Ochino su coluna, ni su fundamento (como tampoco fray Mateo de Baso, ni fray Luis de Fosambruno, antes del lo avian sido) sino Dios solamente, y nuestro Seráfico Padre»231. 224 Id., n. 20, p. 337. 225 Id., n. 22, p. 338. 226 Id., n. 23, p. 338. 227 Id., n. 24, p. 339. 228 Id., cap. IV, n. 24, p. 339 229 Id., nn. 26-27, pp. 339-340. 230 Id., cap. V, n. 35, p. 342. 231 Ibid.

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