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LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES. 99 problemático hasta entonces, ya que es un general modelo y el pri­ mero del que no se cita ningún intento de cisma o apartamiento de los capuchinos, como había ocurrido con Mateo y Ludovico, y como ocurrirá después con Bernardino Ochino. En palabras de Mariano D’Alatri, «la reforma capuchina encontró, finalmente, la mano firme, el corazón grande y la inteligencia abierta que debía ponerla sobre el camino de los siglos al servicio franciscano de la Iglesia, en un terreno fértil de santidad. Esa fue la tarea de Bernardino de Asti»197. Redactó las Constituciones d e 1 536 con una legislación que buscaba evitar abusos despóticos como los de fray Luis en sus últi­ mos años. En la C rón ica solamente hay una alusión a las mismas cuando Boverio redacta el encomio final de su vida: «Puso los esta­ tutos Generales en forma, declarólos y acrecentólos»198. Estas cons­ tituciones contienen el genuino espíritu capuchino y están concebi­ das basándose en los escritos de san Francisco y de las antiguas fuentes, y a la vez destacan algunas prescripciones del género de vida de los descalzos de España 199. Destaca como un fraile muy docto, no en vano «su padre le embió a Roma, con intento de que alli se ocupasse en el estudio de las Artes y Sciencias... pero Dios... como tenia prevenido al noble mancebo desde su eternidad para mas alta nobleza de espiritu, le ilustro desde el cielo el entendimiento, y le enseñó el engaño, y la brevedad de las glorias del siglo...» 200. Fue allí donde vistió el hábito de observante y desde entonces destacó por una admirable abstinencia, sabiendo conjuntar perfecta­ mente los estudios con la oración 201. Sin embargo, sobresale sobre todo por su espíritu inquieto: «... el, y fray Francisco Esino trataron de la Reformación de su Orden, y aviendola impetrado el Papa, mas 197 M ariano D ’A la tri , «Bernardino d’Asti, padre della riforma cappuccina», en Santi e santità I, Roma 1980, 22. Otro estudio de este autor: «Bernardino d’Asti», en DIP, I, Roma 1974, 1390-1391. 198 Crónica, Lib. 12, cap. XII, n. 96, p. 565. 199 F. E lizo n d o , «Lasconstituciones capuchinas de 1536. Texto, fuentes, luga­ res paralelos», en EF 83 (1982) 153-252. 200 Crónica, Lib. 12, cap. VII, n. 55, p. 550. 201 Id., n. 56-58, pp. 550-551.

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