PS_NyG_2002v049n001p0007_0126

LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES.., 79 C a pítu lo III LA BÚSQUEDA DEL FUNDADOR 1. L a atem po ralid ad d e los o r íg en es : F ran cisco d e A sís y la acción divina A la hora de relatar la Crónica , Boverio tiene que saltar un importante escollo referido al problema de la fundación capuchina y la carencia de figuras carismáticas a los que se pueda aplicar el ape­ lativo de fundadores. El nacimiento de la nueva Orden no destacaba por la presencia de una figura relevante en su seno que sobresalie­ ra por su santidad y que pudiera ser un referente ejemplar para los demás. Antes bien, su fundación fue impulsada por varios personajes —aunque Mateo de Bascio diera el primer paso— , que no siempre gozaron de una santidad y una ejemplarida definidas. Para superar una carencia tan grande, Boverio hubo de apelar al origen divino de la Orden, algo que ya habían hecho los cronistas anteriores, y ensal­ zar también la figura de san Francisco como referente fundamental y verdadero fundador de la naciente Orden. Por tanto, el auténtico sen­ tido fundacional no está en una determinada figura, sino en retomar, actualizar y personalizar la forma de vida planteada por el mismo Francisco de Asís, y eso es lo que progresivamente irá configurando la identidad capuchina. Como más adelante veremos, son seis los per­ sonajes que iniciarán y darán progresión a la nueva Orden, y sobre ellos se van a aplicar constantemente dos esquemas importantes: la necesidad de apelar al origen divino de la Orden y la figura de san Francisco como auténtico fundador. De estos seis hermanos, cua­ tro serán los que sobresalgan por su santidad, una santidad reconoci­ da por el pueblo y enfatizada por nuestro cronista. Pero la referencia a san Francisco como el verdadero fundador de la reforma capuchina supone una anomalía cronológica impor­ tante, ya que se actualiza la vivencia de una figura del siglo xm en el siglo xvi, y Boverio se ve en la necesidad de explicar esta refor­ ma apelando primeramente a su origen divino. Primeramente, ante la necesidad de justificar la existencia de tantas reformas en el seno de la Orden, Boverio argumenta que «siempre que los hijos desta sacra familia, sucede no correspon­ der a la perfecion de vida de su instituto, y desviarse de las leyes,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz