PS_NyG_2002v049n001p0007_0126
LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES.. 53 relatos con el fin de promocionar y evitar lacras históricas en el seno de la Orden. Nuestro autor elaboró sus Anales sin proponer ninguna interpretación crítica sobre el material documentario que le era envia do de las distintas provincias. Tampoco discernió suficientemente los pocos elementos válidos de tan numerosos testimonios de la tradi ción legendaria y de la fecunda fantasía de los relatores locales, ni verificó las aserciones ni las noticias de los testimonios. La fuente pri maria era, pues, la tradición oral, ni siquiera la documentación del Archivo General, lo que desembocó en notables imprecisiones 90. Este estilo de recoger y de utilizar los medios y fuentes a su alcance, junto con su forma de relatar, sin atenerse a lo estrictamente histórico, ha sido lo que le ha originado el rechazo por parte de historiadores de renombre91. El rechazo, teniendo en cuenta todo esto, puede estar justifica do; sin embargo, lo que no podemos justificar es que los autores vivan del tópico y no se hayan acercado a Boverio ni tan siquiera para calibrar su aportación, aislando así un relato de mucho prove cho. Esto constituye un grave error por parte de la mayoría de los que se han dedicado a estudiar la historia de los primeros momen tos de la Orden. No es que con esta crítica pretendamos ahora colo car a Boverio como la fuente más fidedigna en lo que al relato his tórico se refiere, sino apuntar que es necesario recuperar su obra y entender que escribe en un contexto determinado que hace que dé una impronta especial a su relato. Cierto es que a nuestro autor no le faltaron ayudas de todo tipo, como antes citábamos, ni tampoco las obras de los anteriores cronistas, que le van a servir de base en muchos relatos, pero eso no evitó que deformara algunos pasajes e incluso que novelara la narración. 90 Id., 104. 91 Tenemos el caso del P. C uthbert , I cappuccini e la Contranforma. Un con tributo alla storia della Contrariforma, Faenza 1930, Appendice I. Este autor acusa a Boverio de ser un «optimista de las novelas rosa», 497. Se lamenta de que Boverio haya sido la base en la que se han fijado todos los cronistas posteriores a él, ya que lo considera un inventor y un novelista. Su reflexión (la de Cuthbert) adolece de tendenciosidad, aunque no le falta razón en su crítica, ya que Boverio puso su impronta adornando detalles y hechos en exceso.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz