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52 POLICARPO FELIPE ALONSO Tenemos, con esto, las conclusiones que llevaron a realizar estas nuevas crónicas: la necesidad de actualizar el género de rela­ tar los acontecimientos de la Orden con unos Anales, y éstos en latín, idioma más acorde con la situación eclesiástica de aquel tiem­ po, saliendo del reducto de escribir en lengua vernácula y unlversa­ lizando el idioma para así dar a conocer mejor la existencia de la Orden a todo el ámbito eclesiástico y también a todo el mundo; el tratar de no perder la referencia a los orígenes y de mostrar el naci­ miento de una Orden que por aquel entonces estaba en pleno auge; y, finalmente, algo a lo que no hemos hecho referencia clara pero que sí veremos más adelante, el carácter instructivo de los mismos relatos. Pero la obra de Boverio destaca no sólo por su trabajo, sino tam­ bién por la polémica que desató. Los historiadores actuales que han estudiado su figura y su aportación coinciden en resaltar la considera­ ción que hacia este autor tuvieron los viejos escritores de la Orden, todo lo contrario que los historiógrafos más recientes, para los cuales la obra boveriana no cuenta en absoluto. Vittorio de Ceva afirmaba en su artículo: «... hoy, a 300 años de distancia del padre Boverio, es bien poco conocido, o sólo parcialmente, como el analista oficial de la primitiva Historia Capuchina; el resto se ha olvidado»88. Hoy, en los estudios historiográficos sobre la Orden y sus inicios, ni siquiera hay referencias a Boverio, como si nunca hubiese existido, y eso que en muchos casos su obra es considerada como la única fuente histó­ rica para reconstruir la historia de los capuchinos89. ¿De dónde puede provenir tal rechazo? Boverio tuvo muchas facilidades para redactar la nueva historia de la Orden, ya que en todas las Provincias se habí­ an nombrado prelados que le servían todo tipo de información, sin embargo no dudó en aumentar y adornar excesivamente los aconte­ cimientos con palabras e imágenes, e incluso llegó a inventar algunos 88 V. d a C ev a, 133. 89 S. V a c c a es el de los pocos historiadores que hace algún juicio positivo sobre Boverio, «La storiografia cappuccina del primo secolo l’Italia meridionale: Tuglio da Potenza e le origini de la provincia salernitano-lucana», V . C r is c u o lo , (ed.) / Frati Minori Cappuccini in B asilicata e nel Salernitano fr a ’500 e ’600, Roma 1999, 101-125. M a r ia n o D ’A la tr i le califica como Magister vitae. «I frati minori cap­ puccini. Ossia 470 anni di servizio nella Chiesa», en Uomini di Dio a l seguito di Francesco, Roma 1995, 129.

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