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46 POLICARPO FELIPE ALONSO y a los jesuítas. Boverio comenzó su andadura como misionero cen trándose sobre todo en Torone, Val Susa, Casteldelfino y Val Po, todo ello entre los años 1601 y 1603. Lo que realmente le permitió partici par en estas misiones y sobresalir entre sus colegas fue su amplio bagaje cultural, fundamentalmente su extraordinario conocimiento de las lenguas: griego, hebreo, latín, francés, alemán y español. Pero sus continuos desplazamientos de un sitio a otro no terminaron aquí. El Padre General, de visita por Francia y España, le nombró su con sultor y le envió a Madrid, donde Carlos Stuart, príncipe de Gales y futuro Carlos I de Inglaterra, pretendía por esposa a la hermana del rey español, pero se oponía la heterodoxia del pretendiente. Se eli gió a Boverio para poder conversar y mediar entre ambas coronas, pero Buckingam anuló la visita del príncipe. En 1625-26, por encar go de Urbano VIII, hubo de regresar a España como teólogo del lega do pontificio Francisco Barberini, mensajero de paz entre las poten cias francesa y española. El motivo de que le encargasen tareas tan delicadas no era otro que su gran erudición y diplomacia. Hasta aquí los momentos fundamentales de su experiencia como misionero. Por lo que respecta a su obra, nuestro autor escribe en consonancia con sus experiencias misioneras. En 1617, aprovechan do la controversia con los herejes, publica una obra de carácter apo logético en dos volúmenes, titulada Demonstrationes Simbolorum verae et falsae religionis, contra ateos, judíos y protestantes (lutera nos y calvinistas fundamentalmente). En ella demuestra que la ver dadera religión es la católica. Un año más tarde es nombrado Lector en Sagrada Teología en Lyon y tres años más tarde, en 1621, publica la Censura paraenetica in 4 libros de República ecclesiastica, obra que refuta las teorías heréticas de Marco Antonio de Dominicis. Por estas fechas, Pablo V lo nombró Consultor de la Inquisición. En 1624, estando en Turín, y por mandato de los superiores, escribe una obra de derecho: Directorium fori iudicialis pro Regularibus, iusi FF. Cap- puccinorum, y en 1626 escribe otra de liturgia: De sanis ritibus iuxta Romanam Regulam, iusi FF. Cappuccinorum 80. Sus inquietudes por 80 Obra destinada al maestro de novicios de la Orden y verdadero tratado de teología espiritual. En ella añade un apéndice que ilustra el «modus vivendi» capu chino, fruto de la experiencia de la Orden en su primer siglo de historia. M. da N em - b r o , Quattrocento scrittori spirituali, Roma 1972, 62; FC I, 1787-1900.
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