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LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES. 43 más tarde ratificada por Julio III. Pero en mayo de 1574 Gregorio XIII revocaba lo dispuesto por Paulo III con el breve Ex nostri pastoralis officii y permitía a los capuchinos extenderse a cualquier parte del mundo. El motivo de tal breve fue la gran cantidad de solicitudes e instancias que se hacían para que los capuchinos pudiesen estable­ cerse en distintos países, comenzando por Francia 74. Cuatro años más tarde lograban la autorización para fundar en España. Tres personajes clave para comprender el establecimiento en la Península fueron Arcángel y Juan Alarcón, naturales ambos de Tordesillas, procedentes ambos de la familia de los Alarcón y de los Mendoza. Arcángel tomó el hábito en la provincia de Milán, que luego dejó para pasarse a la de Nápoles, en la que vivía su hermano Juan. El tercer personaje des­ tacado es el marqués de Santa Cruz, don Alvaro de Bazán, emparen­ tado con los dos hermanos anteriores. Este último proyectó la funda­ ción de un convento en sus posesiones de El Viso (Ciudad Real) a comienzos de 1575, pero la oposición de Felipe I I 75, que había pues­ to mucho interés en llevar a cabo la reforma de las ordenes religiosas y no estaba dispuesto a admitir otras nuevas, así como la misma Observancia, ahogaron tal proyecto. Un farmacéutico de Barcelona llamado Mosén Querol solicitó al Consejo de dicha ciudad permiso para que los capuchinos funda­ sen, algo que se aceptó de buena gana. El Consejo escribía al Gene­ ral el 6 de junio de 1576 ofreciéndole sus servicios y la casa e igle­ sia de Santa Matrona 76. Este nombró Comisario para España al padre Arcángel, que en 1578 llegó a Palamós junto con varios compañeros y se hospedaron en la casa rectoral de san Gervasio. Durante su estancia allí llegaba su hermano, Juan de Alarcón, con dos religio­ sos más y se dirigía a El Viso. A finales de ese año los capuchinos se establecieron en Sarriá, la primera residencia definitiva, el primer convento fundado por los capuchinos en la Península Ibérica. Se trataba de la donación de un hombre rico de Barcelona llamado 74 Las causas de la concesión para instalarse en Francia las tenemos en «Collec- tio authentica ordinationum ac decisionum Capitulorum Generalium», en AO IV (1889) 81-82. 75 B. de Carrocera, La Provincia de frailes menores capuchinos de Castilla , I, Madrid 1948, 8. 76 A. d e S ald es , «Establecimiento de los capuchinos en España y fundación de sus conventos en Extremadura», en E F II (1908) 88-91.

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