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114 POLICARPO FELIPE ALONSO lica... se opusiera á los errores de su antecessor» 266. Es muy importan­ te enfatizar este último aspecto, Francisco aparece como el sucesor elegido por Dios para devolver la Orden a los cauces de la ortodoxia, de los cuales la había sacado Ochino, y esa elección se pone de mani­ fiesto en toda esa serie de signos sobrenaturales. Pero los signos más importantes los realizará después de su muerte en Perusa: se aparecerá tres días después de morir a fray Juan Bautista de Norsa, amigo inseparable durante toda su vida y trabaja­ dor incansable de la reforma 267; por otra parte, una mujer muy devo­ ta de fray Francisco pidió a los hermanos que le diesen su cuerda, y con ayuda de la misma echó los demonios el cuerpo de una mujer268. La misma Virgen María mostró a un fraile devoto de fray Francisco la gloria del mismo, dando un testimonio edificante sobre él 269. Pasado un tiempo, se sacó su cabeza de la sepultura e hizo algún milagro: echó los demonios del cuerpo de una mujer y un enfermo de dolor de cabeza sanó al tocarla 27°. Diez años después de su muerte se halló su cuerpo entero juntamente con el de fray Juan Bautista de Norsa, «como si acabaran de enterrarlos entonces»271. Sin embargo, si hay un personaje que destaca sobre todos los demás de la Crónica por lo que respecta a su tratamiento de santidad, ése es Mateo de Bascio. De él se nos relatan muchos milagros 272 que veremos más adeltante, e incluso tuvo un proceso de milagros abierto en Roma que no logró fructificar. Boverio cita la existencia de este proceso, pero no aparece reflejado en el relato. A modo de conclusión de este apartado, podemos afirmar que el tratamiento de santidad dado a estos personajes por parte de nuestro cronista no depende únicamente de la cantidad de milagros que unos u otros han podido hacer, sino que también está vincula­ do con toda una serie de virtudes referidas a la fidelidad de la empresa que un día decidieron comenzar, y referidas también a su 266 Lib. 8, cap. XIII, nn. 112, p. 367. 267 Lib. 10, cap. XI, n. 78, p. 448. 268 Id ., n. 79, p. 448. 269 Id., n. 81, p. 448. 270 Id., nn. 79-80, p. 448. 271 Id., n. 82, p. 449. 272 Lib. 11, caps. XIV-XX, pp. 512-519.

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