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LA IDENTIDAD CAPUCHINA EN LOS ANALES.. 109 Su labor como escritor también fue muy importante. Escribió varias obras, que destacaron en la Orden capuchina: Arte de unirse a Dios, Diálogo de la salud, Breve discurso sobre la observancia de la pobre­ za en los hermanos menores, Incendio de la cizaña luterana 249. A todo esto hay que unir la labor de fundar conventos: funda un convento en Bérgamo (1535), también en Milán (1542), en Móde- na (1549), en Verona y en Marmitoro 25°; y también su destreza y frutos en la predicación: «Sobresalía entre los predicadores de aque­ lla edad la fama de fray Juan de Fano con tanto estremo, que anda- van las ciudades de Italia en perpetua porfía, sobre qual le avia de llevar, y no sin razón. Porque era tal su doctrina, su gravedad y la perfección santissima de su vida, que parecia tener imperio en los ánimos de los oyentes, según la facilidad que los inclinaba a la parte que mas queria»251. Por la trayectoria de su vida fue elegido Provin­ cial de Las Marcas 252. Muere, cansado de trabajar y de predicar, alabando a Dios: «Que puedo darte que no corresponda a tan gran beneficio, sino alabanza eterna? Ea pues, Jesús mió, a ti te alabamos como a Dios único, a ti te confesamos como inmenso Señor. Y prosiguiendo todo el Te Deum laudamus, hasta dezir con el ultimo verso, en ti, Señor he puesto mi confianza, no sere confundido jamas, rindió su alma, y espiritu a Dios, alabando su nombre divino» 253. En la figura de Juan de Fano tenemos, pues, el mejor testimo­ nio de conversión en toda la Orden, llevando con ella una vida peni­ tente y sacrificada, trabajando incansablemente por el bien de la Orden y sirviendo al ideal capuchino hasta su muerte. La base de toda la exposición de Boverio es esa conversión que solo puede atribuirse al mismo Señor. 249 Id., n. 26, p. 311. Boverio no nos facilita más que el primer título, de los demás no cita más que el contenido de la obra. Los títulos los hemos sacado de Lexicón Capuccinum, 833. 250 Crónica, Lib. 7, cap. V, nn. 30, 33, 34, 46, 48, pp. 312-313, 317. 251 Id., n. 50, pp. 317-318. La eficacia de su predicación es tan patente que un convento de menores conventuales se pasa a los capuchinos «movidos de la fuerza de su predicación». Id., cap. IX, n. 59, p. 321. 252 Id., cap. VII, n. 52, p. 319. 253 Id., cap. IX, n. 62, p. 322.

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