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476 JOSÉ LUIS LARRABE la comunidad eclesial haciéndonos participar de la comunión salva­ dora de la Santísima Trinidad (n. 1107). Que los sacramentos provienen de Cristo y siguen siendo pre­ sencia y ofrecimiento de Cristo; eso sí, en cada sacramento de dis­ tinta forma y para simbolismo distinto, y eso en la edad y circuns­ tancias personales de cada uno. ¿Qué razones hay para decir que los sacramentos tienen dimen­ sión eclesial, no sólo personal [mucho menos individualista]? Al menos dos, complementarias: que es la Iglesia la que los hace [no ya un ministro particular por su cuenta, como un francotirador] y que los sacramentos hacen Iglesia; esto quiere decir la expresión «sacramenta sunt per illam et pro illa» (n. 1118). Nos agrada la expresión de que «por el Bautismo y la Confir­ mación el pueblo sacerdotal se hace apto para celebrar la liturgia» (n. 1119). Sin embargo, no se nos explica aquí en qué manera la Confirmación contribuye a esta «aptitud» o capacitación para la litur­ gia. A este respecto ya santo Tomás afirmó y subrayó algo impor­ tante, pero no especificó esas funciones especiales que correspon­ den al bautizado en virtud de la Confirmación 2. Dice que por el sacramento de la Confirmación se da al hom­ bre una potestad espiritual para ciertas acciones sagradas: «potestas spiritualis ad quasdam actiones alias sacras, praeter illas ad quas datur ei potestas in baptismo» (ibíd.): «una potestad espiritual para ciertas otras acciones sagradas además de [ulteriores a] las que da el Bautismo» (III, 72, 5 c). ¿Para qué esta especial potestad? Santo Tomás lo pone para la lucha espiritual contra los enemigos de la fe: « sed in confirmatione accipit potestatem ad agendum ea quae pertinent ad pugnam spiri- tualem contra hostes fidei» (ibíd.). Y lo pone en la línea de lo que ocurrió con los apóstoles al recibir la plenitud del Espíritu Santo (ibíd). Propio de la Confirmación, sigue diciendo, es vivir en plenitud la fe y confesarla ante los enemigos visibles y públicos de la fe (ibíd. ad 1). Por eso es signo distintivo de los adultos en la fe. En verdad, todos los sacramentos de la Iglesia son expresión y profesión de fe; pero éste, afirma santo Tomás refiriéndose al de la Confirmación, 2 S anto T omás , Suma Teológica, III, q 72, a 5 corpore.

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